Si bien ya definieron tres crímenes de este tipo, la Justicia junto con las poblaciones ribereñas del Paraná sospechan que podría haber más asesinatos de este tipo durante la última dictadura cívico-militar.
Unidades de Derechos Humanos, Fiscalías del Noreste Argentino y el Equipo de Antropología Forense solicitaron “información sobre cuerpos y/o restos de desaparecidos de la última dictadura militar que hayan sido arrojados al río Paraná entre los años 1975 a 1980”.
“Estos cuerpos fueron arrojados fundamentalmente desde Resistencia y Corrientes Capital. Se han logrado reconstruir tres casos, que fueron encontrados en los años 1976-1977, en las costas de Empedrado, en Corrientes, 50 kilómetros más abajo. Fueron enterrados en esa oportunidad como NN en el cementerio de esa localidad”, detalló el Fiscal Federal chaqueño, Diego Vigay.
“Así como existieron los vuelos de la muerte, acá existieron las ‘embarcaciones de la muerte’, porque todo indica que fueron llevados en lancha hacia el medio del río y arrojados allí”, aseguró el funcionario judicial. Por investigaciones junto con las poblaciones ribereñas, sospechan que podría haber más muertes de este tipo durante la última dictadura cívico-militar.
Incluyeron en este pedido de información a las sepulturas en cementerios próximos a este u otro lugar en localidades de la costa, o bien en zona rural o islas. Las Fiscalías Federales aseguraron que facilitarán todos los mecanismos para que quienes posean información y deseen acercarla, puedan hacerlo de manera virtual.
En cuanto a los primeros casos de “embarcaciones de la muerte”, Vigay agregó en diálogo con Ciudad TV que “por lo general tenían un corte muy importante en el abdomen, evidentemente con la idea de que no flotaran, y cortadas las yemas de los dedos para dificultar su identificación. Eran todos cuerpos jóvenes, estaban desnudos, con disparos de tiros de gracia, de ejecución. Estaban atados con alambre”.
“Uno de ellos era Rómulo Artieda, desaparecido en mayo de 1977 en el centro clandestino del Regimiento 9 de Corrientes. Otro de ellos era Julio “Bocha” Pereyra, uno de los desaparecidos en la Masacre de Margarita Belén del 13 de diciembre de 1976. Y el último que se identificó era Carlos Teresecuk, que fue visto por última vez a mediados de noviembre de 1976 en la Jefatura de Policía de Resistencia, Chaco”, indicó el Fiscal.
Para aportar información, en esta provincia el contacto telefónico de la Unidad de Derechos Humanos es 3794-330375, y el correo electrónico msanauria@mpf.gov.ar. Particularmente, aquí las investigaciones sobre desapariciones están relacionadas al centro clandestino del Regimiento de Infantería 9.