Con el objetivo de actualizar el precio del boleto, se reunió ayer el Sistema Integrado de Movilidad Urbana (SIMU), el órgano encargado de evaluar cuestiones relacionadas con el transporte público de la ciudad. Forman parte representantes del Concejo Deliberante, del Municipio, de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y las empresas. En el encuentro, se presentaron los estudios de costos y se plantearon dos posibles tarifas.

La empresa ERSA, que cuenta con cerca del 90 por ciento del servicio urbano, pidió que el precio del boleto sea de $ 145. Teniendo en cuenta que el valor actual es de $ 60, la suba sería del 140 por ciento. Por su parte, la Secretaría de Hacienda de la Comuna realizó su propio estudio de costos y la evaluación lanzó como resultado un pasaje de colectivo a $ 116. En este caso, el incremento sería cercano al 93 por ciento. A esta última propuesta se sumó la empresa Turismo Miramar, que presta el servicio de varias líneas y ramales en la capital.

Las dos actualizaciones tarifarias propuestas se encuentran por encima del índice de inflación, algo que ya sucedió el año pasado cuando el boleto pasó a costar los $ 60 actuales, valor que se mantiene desde enero.

Luego de la reunión del SIMU de ayer, el objetivo es poder avanzar lo más rápido posible con las cuestiones administrativas y que los concejales puedan tratarlo.

Los pasos deberán cumplirse contra reloj, ya que la idea es que el debate se dé y la suba de precio se apruebe antes de que termine el año. Por eso, quedan las últimas sesiones de 2022 y la posibilidad de que sea uno de los temas en la agenda de un hipotético periodo extraordinario.

Pasos

Ahora, los expedientes con los dos estudios de costos se girarán al Concejo Deliberante, donde ingresarán para seguir con el proceso reglamentario. Una vez que ya esté en el recinto, se desarrollará una primera lectura y el siguiente paso será la realización de la audiencia pública, requisito obligatorio para este tipo de cambios tarifarios.

Finalmente, una vez cumplidos con estos plazos, los concejales deberán votar y definir finalmente cuál será el precio que tendrá el pasaje de colectivos urbanos en la ciudad.

Tal como viene sucediendo hace varios años, lo más probable es que la nueva tarifa quede definida antes de que termine el presente año, pero que su aplicación entre en rigor recién en enero de 2023.

Esto se da debido a que el sistema SUBE, manejado por la operadora Nación Servicios, debe calibrar el mecanismo y ajustar las máquinas de modo de que estén capacitadas para cobrar el precio nuevo.

De acuerdo a lo que expresaron reiteradas veces desde la Comuna capitalina, un tema que no estará en discusión será el boleto estudiantil gratuito, un beneficio que se sostendrá más allá de los ajustes tarifarios que puedan hacerse. Igualmente, el compromiso es que las actualizaciones sigan siendo anuales, sin retoques en este caso hasta fines de 2023.

Pedido

El pedido para un análisis del precio del boleto urbano fue realizado hace aproximadamente dos semanas por parte de las empresas. Fueron las firmas de transporte las que presentaron una solicitud formal al Municipio capitalino pidiendo que se avance en ese sentido lo antes posible.

Las empresas argumentan que los costos para sostener el servicio se incrementaron de manera importante, incluso con rubros que aumentaron por encima del índice de inflación. Según señalaron, el costo del kilómetro recorrido es de más de $ 400, monto que debe dividirse por la cantidad de pasajeros, además de tomar en cuenta los subsidios.

Justamente, los fondos que la Nación otorga al transporte es una discusión que se está dando desde hace tiempo, con pedidos por parte de las empresas y también de los Gobiernos provinciales, siendo uno de los temas centrales en las reuniones de gobernadores del Norte Grande que se realizan de manera itinerante.

El reclamo es que el Estado nacional modifique el esquema de distribución de subsidios, ya que argumentan que el que se aplica actualmente es perjudicial para las provincias del interior del país, puesto que la mayor parte de los fondos se concentran en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que tiene un boleto bastante más barato que el resto de los distritos.