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En Cabín 9 buscan dejar atrás un basural para convertirlo en una placita

El Centro Social de Cabín 9, ubicado en las calles El Chajá y Acacias, cuenta con un Roperito Solidario, donde recibe ropa de para niños, adultos y abrigo. Además, cuenta con una escuelita para niños y niñas (espacio recreativo con juegos y desayuno para todas las edades) y un Consultorio Jurídico gratuito.

Allí la solidaridad se manifiesta de manera horizontal con profundo anclaje en el apoyo mutuo, entiendo que siempre la salida es desde abajo y en mancomunión con los de abajo. En tiempos sumamente aciagos y de profundo impacto social, la organización de los que habitan las barriadas mas aletargadas, se afianza y profundiza.

Sin tanto preámbulo, quienes moran en esos arrabales de Cabín 9, siguen poniendo sus manos a disposición de la transformación. Por ello, donde había un espacio a punto de convertirse en un basural, los vecinos y vecinas lo recuperaron y lo están transformando en una placita para el barrio. “Todo a pulmón, codo a codo y desde abajo, sin políticos ni promesas vacías. Una muestra de que cuando nos unimos y dejamos de esperar, las soluciones nacen de nuestras propias manos”, indicaron desde la organización social.


Este espacio solidario y autogestionado, oficia sin duda alguna de bálsamo, no solo para abrazar las necesidades existentes, sino también para ser el faro en materia organizativa. “Para que esto crezca necesitamos más manos, más voces y más vecinos comprometidos con el presente y futuro del barrio. Por eso los esperamos para seguir avanzando con este esfuerzo colectivo”.

Lucas participa de este espacio donde los vecinos buscan de manera colectiva encontrar la salida a muchas de sus dificultades. “Los sábados por la mañana tenemos actividades frecuentes en el Centro, y de las muchas charlas mantenidas surgió la necesidad de poner manos a la obra sobre el terreno que tenemos frente al Centro Social. Allí se estaba conformando un basural, ya que los vecinos al ver residuos dejaban los suyos, por ello surge la idea de pensar en una placita con juegos”.

Así fue como se comenzó a trabajar sobre el terreno, material reciclable fue lo que se utilizó para darle vida a distintos divertimentos para niños. “Nos pareció una buena manera de resignificar lo que se desecha, cubiertas de vehículos y madera forman parte de distintos juegos, a través de donaciones y muchas ideas puestas a disposición del espacio recuperado, seguimos adelante. Convocamos a todos los vecinos de la zona a convocarse los sábados desde las 10 en el Centro Social ubicado en El Chajá y las Acacias para seguir pensando y construyendo juntos”, concluyó Lucas.

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