Un ganadero denunció que le faenaron cuatro vacunos, en tanto que el Priar sorprendió a un reconocido comerciante local con 50 kilos de carne de dudoso origen. Posteriormente allanaron varios domicilios, donde secuestraron cuchillos y demás elementos usados en una reciente carneada de hacienda.

Un comerciante de Alvear fue demorado en la madrugada del jueves último con más de 50 kilos de carne vacuna de una faena clandestina, tras lo cual se inició una investigación que derivó en allanamientos y hallazgos de elementos vinculados con la causa.

Trabajaron policías de la Unidad Especial de Seguridad Rural y Ecológica (Priar) y la causa fue caratulada como “abigeato y robo en despoblado”. Fue alrededor de las 4:30 cuando un patrullero, dirigido por el oficial principal Alejandro Gómez, se trasladó hasta el barrio Mitre Sur. En la unidad policial se hallaba el cabo primero Néstor Hernández, que procedió a la demora de una Volkswagen Saveiro.

El chofer era un comerciante de Alvear que quedó seriamente comprometido con el proceso judicial en el que interviene el fiscal de Instrucción de la V Circunscripción Judicial de Santo Tomé, Facundo Cabral.

Cabe destacar los lineamientos de la Inspectoría de Zona Rural, que se halla instalada en Alvear y que fue creada por la Jefatura de Policía y el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Corrientes.

Más tarde, pasadas las 7:30, un ganadero de la primera sección rural Pancho Cué informó a la policía que cortaron el alambrado de un corral en su campo del establecimiento ganadero Don Pedro y le faenaron cuatro animales vacunos.

El denunciante, Mario Antonio López, advirtió además que le sustrajeron un juego completo de calchas y un caballo de pelaje tostado ruano.

La causa judicial caratulada como supuesto abigeato, derivó en cuatro allanamientos que fueron ejecutados desde la Inspectoría de Zona a cargo del comisario mayor Lorenzo Damian Baroni y la colaboración del Priar de La Cruz a cargo del comisario Miguel Lugo.

En los domicilios de los sospechosos hallaron tres caballos con calchas, nueve cuchillos de gran tamaño, lazos, una balanza colgante con capacidad para 10 kilogramos y otros cuatro caballos con manchas de sangre en el anca. Los investigadores creen que fueron utilizados para el transporte de carne de origen clandestino.