La Policía de la Ciudad encontró al nene que en el momento de desaparecer tenía 11 años. Era buscado desde febrero del 2019.


Un nene de 13 años que era buscado desde febrero del 2019 cuando tenía 11 años. El adolescente se presentó en la comisaría Comunal 1 de Retiro diciendo que estaba perdido.

La División Minoridad en Conflicto con la Ley Penal de la Policía de la Ciudad, a cargo de la investigación, envió personal hasta la comisaría ubicada en la calle Suipacha al 1100, donde comprobaron que el chico estaba "en aparente buen estado de salud".

Posteriormente, fue revisado por un médico legista, por orden del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 15 a cargo de la Dra. Karina Mariana Zucconi, y se le dio intervención al Consejo de Niñas, Niños y Adolescentes.

La búsqueda de Carlos comenzó el 23 de febrero de 2019, tomando repercusión mediática tanto en la Argentina como en Brasil, ya que allí reside su madre, y adonde supuestamente iba a viajar el menor unos días después de esa fecha. En el país, el adolescente estaba con su padre, llamado Carlos Attias, de nacionalidad argentina.

"El niño mide 1.60 metros y es de contextura delgada. Además, el color de sus ojos es marrón y tiene el cabello castaño clarito con flequillo. Como seña característica el niño posee una cicatriz en la pierna izquierda", decía el alerta que envió la Ciudad por la redes sociales, por entonces.

En la investigación de su desaparición actuó el personal de la División Minoridad, que concluyó que el menor desapareció unos días antes de ser enviado por el padre a Brasil, para ser recibido por la madre.

Al principio se dijo que el chico se "habría ido por sus propios medios" con su padre. Luego, por medio de cámaras de seguridad, el día de la desaparición pudo saberse que al salir de su domicilio en Coghlan, Carlos se subió a una camioneta blanca y allí se perdió el rastro.

En la causa fue imputado y detenido el padre del chico por presunto secuestro de su hijo y de obstruir el contacto con la madre, de nacionalidad brasileña. También se acusó a una mujer de 80 años y a su sobrino de mantener a Carlos en cautiverio, informaron medios brasileños.

“El padre contrató a esta señora, de 80 años y con cáncer, para mantener a Carlinhos en su casa. Pagó 7 mil pesos mensuales para que mantuvieran al niño en casas muy pobres de Buenos Aires y él todas las semanas iba a visitarlo", dijo en 2020 el abogado de la madre en diálogo con Folha de Pernambuco. También aseguró que el chico no veía a la madre hacía cuatro años y que sabían que el padre no lo había mandado a la escuela en el último año.

El papá ya estaba acusado de haber mudado al adolescente sin autorización judicial desde Brasil, donde vivía con la mamá y sus hermanos, introduciéndolo en la Argentina supuestamente en forma clandestina a fines de diciembre de 2015.

El hombre había informado a las autoridades, después de la desaparición de su hijo, que el chico había huido por sus propios medios y que había dejado una carta en la que mencionaba que no quería volver a Brasil.

La jueza Martha Gómez Alsina, a cargo del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil N°76, había ordenado la restitución internacional del menor el 31 de julio de 2017 con su madre a la ciudad de Recife, Brasil, pero cuando se iba a cumplir tal trámite, un año y medio más tarde, el adolescente desapareció.

Por todo eso, la Policía de la Ciudad informó que la División Minoridad en Conflicto con la Ley Penal investiga si hubo complicidad en el entorno del padre y ahora también la forma en que el menor llegó a la comisaría.