Fabiola Andrea Echenique era oriunda de Misiones y había venido a Salta acompañado a su ex pareja, que es gendarme. Este hombre avisó que la había encontrado ahorcada. Pero trascendió que estaba muy golpeada.



El cuerpo de Fabiola Andrea Echenique, que tenía 30 años, fue encontrado sin vida en el interior de su vivienda en la tarde de anteayer. Quien dijo haberla encontrado y denunció su muerte fue su ex pareja, un joven gendarme, con el que estaba separada desde hacía poco tiempo y que tenía restricción de acercamiento dispuesta por la justicia.

La joven vivía en un departamento en el pasaje San Santiago, en La Banda de Abajo, de la ciudad de Cafayate. El cuerpo fue encontrado en el dormitorio de este deparatamento.

En el hecho tomó intervención la fiscala de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM), Mónica Poma. Según trascendió, el hecho se investiga como supuesto femicidio.

Fabiola no tenía parientes en Cafayate, pero estaba en contacto con integrantes de los colectivos de mujeres que vienen movilizándose contra la violencia de género en aquella ciudad. La muerte de la joven, a quien nadie vio intenciones de quitarse la vida, generó gran consternación en esa ciudad turística.

Según trascendió, la joven venía siendo víctima de violencia por parte de su pareja, y eso precisamente motivó la ruptura. Fabiola tenía un hijo menor de edad, nacido de su relación matrimonial con otro hombre, que reside en Buenos Aires. Precisamente, por esta situación de inseguridad en que se sentía, hace un mes aproximadamente la joven envió a su hijo a la casa de su padre.

Hace unos veinte días, denunció penalmente a su pareja. Entonces comenzó a vincularse con otras mujeres de Cafayate, que iniciaron también los pasos previos para acompañarla emocionalmente y ayudarla en lo económico, buscándole trabajo, en principio. La violencia les ganó, como dijo una de ellas en desolada conversación con Salta/12.

Amigos y amigas de la joven están convocando a reunirse esta noche a las 23.40 en el domicilio de víctima para rendirle un homenaje encendiendo velas y hacer un pedido de justicia.