Enseguida se dio cuenta que se trataba de una granada, cruzó la avenida y la entregó en la guardia de la Unidad Especial de Bomberos.
El sujeto se acercó hasta el banco donde observó un aparato llamativo y de inmediato se dio cuenta que se trataba de una granada.
Afortunadamente reconoció de inmediato de qué se trataba y el peligro que implicaba. Entonces, con la prudencia del caso, tomó la granada con mucho cuidado y se dirigió hasta la Unidad Especial de Bomberos ubicada cruzando la avenida y entregó el artefacto a los especialistas.
Se trata de una granada de mano FMK-2, de fabricación nacional.
El artefacto data de los años 80. Poseía la carga explosiva intacta, pero sin dispositivo iniciador. "Igualmente no dejaba de ser muy riesgoso", dijo un experto.
Intervino en el secuestro la Dirección General de Bomberos a través de su Brigada de Explosivos.