Para garantizar una higiene en profundidad esta es la secuencia de cuidados que debés tener en cuenta.
El cuidado del rostro implica una serie de pasos desde preparar la piel para maquillarla hasta eliminar los restos de este con el fin de proporcionarle un aspecto más limpio y saludable.
Actualmente existen muchos productos que son de gran ayuda para limpiarla en profundidad y que se adaptan a todos los tipos de piel.
El no desmaquillarse correctamente trae una serie de consecuencias que se verán reflejadas en la piel como tener los poros tapados por impurezas, resequedad, inflamación de los ojos, alergias y envejecimiento celular.
La forma correcta para desmaquillarse es colocar agua micelar o leche limpiadora en un disco de algodón o pads. Pasarla por todo el rostro y retirar suavemente el exceso de maquillaje.
No se recomienda el uso de las toallitas desmaquillantes ya que estas contienen alcohol y no son buenas para la piel. En caso de tener maquillaje a prueba de agua, es mejor usar agua micelar con aceite bifásica.
Tené en cuenta que la zona T (frente, nariz y mentón) debe limpiarse con suma dedicación, ya que es donde más se acumula grasa durante el día. Lo ideal es evitar los limpiadores con alcohol porque resecan la piel.
Luego, se debe enjuagar bien con agua y secar sin frotar con una toalla limpia. Posteriormente, se aplica cualquier producto que nutra la piel como una crema, un sérum o tónico.
Para aplicar este producto se debe considerar una serie de movimientos de manera suave y con las yemas de los dedos de adentro hacia afuera y en sentido ascendente.
Como toque final, para eliminar los restos de maquillaje en los labios, se puede emplear un poco de bálsamo, crema limpiadora o aceite de coco ya que exfolian la piel y la mantendrán hidratada.