Ayer se conmemoraron 214 años de la primera gesta patria y pareciera ser, es una condición natural de nuestro país, que más de 200 años después seguimos sin definir qué queremos ser. Una patria o una colonia expoliada en forma constante por las potencias mundiales.
Sería reiterativo contar aquí los padecimientos que el pueblo argentino y correntino soportan, lo analizamos todos los domingos en este espacio.
Sin embargo, la fecha patria conmemorativa de ayer, nos lleva a reflexionar si acaso seguimos con las mismas disyuntivas que los próceres de mayo de 1810.
Enfrentamos por este tiempo una especie de experimento político social. Un presidente que califica de organización criminal al Estado que conduce, que el Congreso de la Nación es un nido de ratas y su discurso se sostiene solamente en diatriba e insultos a quienes no comulguen con él.
Justamente, el Jefe de Estado nacional tiene una admiración por las potencias mundiales, pero solamente con las de la derecha que tanto pregona casi como un dogma. Lleva peleando con varios jefes de estados sobre quienes considera pertenecientes al socialismo mundial y tildados por nuestro presidente como “zurdos”.
A ese nivel estamos siendo conducidos en medio de una desregulación del sistema económico nacional jamás visto en nuestro país.
En las provincias se encienden las alarmas debido a que las economías del interior argentino se mueven a través del motor del salario estatal. Misiones es una muestra de lo que el ajuste feroz del gobierno libertario provoca en la alicaída clase trabajadora. Corrientes tiene salarios públicos menores a los de la vecina provincia pero por ahora la mecha de las protestas no se enciende.
El dinero ya ni siquiera llega a la primera quincena del mes: maestros y policías además del resto de los trabajadores de la administración pública ven licuarse sus salarios y ya no tienen más que ajustar en sus economías hogareñas.
¿Es ésta la patria que querían nuestros próceres de mayo? ¿Un país donde no hay oportunidades? ¿Dónde los ricos cada vez tienen más y los pobres menos? ¿La patria donde no hay Justicia? Qué patria es la que deseaban quienes dieron el primer grito de libertad en 1810. Seguramente ésta no. La que es calificada como una organización criminal.
Porque la patria somos todos y queremos la igualdad de oportunidades para seguir soñando y trabajando por un país soberano e igualitario.
Nada nos hará cambiar de pensar y creer que por éste camino saldremos fortalecidos. La oposición tiene una deuda tan grande como el desastre actual y deberá compensar esa deuda poniéndose a la altura de las circunstancias antes que sea demasiado tarde.
Los responsables, apartarse para no seguir dando rienda suelta a la opresión más tremenda de nuestro Pueblo