La crisis de los 50 puede llegar con preguntas existenciales, algún mechón canoso que se niega a ocultarse y una lista interminable de "¿qué estoy haciendo con mi vida?". Pero no te preocupes: en lugar de comprarte una moto o aprender surf, te propongo algo menos arriesgado y mucho más placentero: leer.
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Fuente:https://www.telva.com/cultura/2025/02/12/67ac9bb501a2f1777c8b4582.html