Ante el pronunciado deterioro de la situación social, explotó la demanda de los créditos Anses que el Gobierno lanzó hace un mes y medio. Según fuentes del organismo previsional, hasta las 9 de la mañana de hoy se habían entregado nada menos que 1.784.099 préstamos, a una tasa que está en torno al 50% anual, por debajo de las de mercado.
Sólo como referencia, en 2017 y 2018, se otorgaron tres millones en cada año.
La mayor parte de la nueva tanda fue a parar a los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH), a quienes ya les desembolsaron 1.042.542 créditos. Le siguieron quienes cobran asignaciones familiares, a donde se destinaron 382.133.
Por su parte, los jubilados pudieron sacar unos 301.256 préstamos y quienes tienen pensiones no contriutivas, 58.168.
En total, los turnos para los créditos a jubilados sumaron 592.742. Este sector sólo puede obtenerlos por la vía presencial, a diferencia del resto de los beneficiarios que en su mayoría lo hacen por la web del organismo previsional. Por eso deben concertar previamente una cita como requisito para poder ir las sedes de la Anses.
Entre los encargados a la atención al público comentan que se viven situaciones extremas: beneficiarios que ingresan llorando y piden desesperados para acceder al crédito porque no pueden hacer frente a sus gastos diarios en comida.
En ese sentido, señalan que el sistema de turnos colapsó y ya no pueden solicitarse por la página del organismo.
De acuerdo a una encuesta oficial realizada en base a los pedidos telefónicos que se hicieron al número 130, el 47% dice utilizar los préstamos para la construcción y refacción del hogar y un 22% para la compra de alimento o de indumentaria y calzado. El 17% lo usó para pagar deudas, el 7% para atención médica y gastos de salud y sólo el 2% para iniciar algún emprendimiento, el mismo porcentaje que quienes los adquirieron para comprar productos del hogar.
Esta nueva tanda de créditos Anses debutó a mediados de abril, cuando se llevó el tope para los jubilados a $200.000 y a $12.000 para cada AUH, junto con un paquete de medidas “anti crisis” lanzadas por el Ejecutivo que incluyó el congelamiento de 64 productos de la canasta básica por seis meses, entre otras, en un intento por frenar la caída de la imagen presidencial en las encuestas ante la inminencia de las elecciones.
A diferencia de los préstamos entregados en 2018 y 2017, esta vez pueden utilizarse para precancelar los que se hayan tomado previamente.