Aldana, de 17 años, sufrió cuchilladas cuando quería evitar el ataque a su madre. La adolescente permanece internada luego de una delicada intervención quirúrgica.
La hija adolescente de la mujer asesinada a puñaladas, en una casa del capitalino barrio Pirayuí, permanecía en estado grave, luego de una intervención quirúrgica a raíz de las cuchilladas sufridas en igual suceso.
Aldana, de 17 años, continuaba internada en el Hospital Escuela bajo cuidados intensivos y a la espera de una evolución “post operatoria”, según precisaron a época fuentes policiales.
La joven presenció el ataque mortal a su madre y en procura de impedirlo enfrentó a su padrastro, Ramón Antonio Medina, de 62 años. A pesar de la acción valiente, el hombre la hirió con un cuchillo tipo carnicero.
Ayer, familiares de Rosalía Romero, la mujer de 48 años ultimada de puntazos en el abdomen, pecho y cortes en brazos, reclamaron justicia en manifestaciones públicas a través de las redes sociales.
Otra hija de Rosalía, llamada Erika, fue testigo presencial del femicidio y gracias a la valiente intervención de un vecino policía no fue alcanzada por el hombre que estaba decidido a matarlas.
Erika publicó unas sentidas palabras referidas al hecho, a través de su cuenta de Facebook. “Hay mamita, mamita no puedo creer aún no salgo del shock al ver cómo te mataban como un animal (sic) enfrente de mis ojos y yo sin poder hacer nada, sin poder protegerte, me quedé dura al ver terrible episodio”, dijo.
A la vez agregó lo siguiente: “Lo único que pude gritar fue auxilio pero fue muy tarde la llegada de la ayuda; nos dejaste mami con el corazón partido, te extrañaremos mucho mamá. ¿Por qué tuvo que pasar todo esto? ¿Por qué?”.
El episodio sangriento sucedió alrededor de las 12:15 del domingo en una vivienda situada a pocos metros de la intersección de calles Milán y Suecia.
Maidana agredió con ensañamiento a su pareja, quien cayó totalmente ensangrentada cerca de la cocina.
Aldana en procura de defenderla también sufrió la embestida de su padrastro. El hombre la corrió asestándole cuchilladas por la espalda, según datos que manejaban los detectives del caso.
Erika alzó en brazos a un niño, corrió hasta la puerta y sin poder salir gritó con fuerza. Así alertó al sargento Eduardo Dacunda, vecino de esta familia.
El efectivo estaba en su domicilio, sin dudar cruzó la calle, abrió el portón, sacó a la mujer con el menor e ingresó a la vivienda en la que Maidana continuaba con su acción criminal.
Dacunda enfrentó al femicida, efectuó disparos intimidatorios y lo siguió hasta una habitación en la que aquel decidió encerrarse hasta que lo detuvieron.
Autoridades de la comisaría Decimotercera cargaron a madre e hija heridas a un patrullero para ser llevadas al Hospital Escuela. Allí, los médicos constaron la muerte de Rosalía y las serias lesiones de Aldana.
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