Atento a las altas expectativas de inflación que aún tiene el sector privado, el Gobierno decidió finalmente desistir de la idea de volver a emitir hoy un título en pesos a tasa fija, como el que había logrado colocar sobre el final del año pasado, y en cambio salir a financiarse con la colocación de un bonos atado al índice de precios.
La operación consistirá en reabrir los "BonCer 2021" (Bonos del Tesoro Nacional con Ajuste por CER), que pagan un cupón del 2,5% anual más lo que varíen los precios minoristas. En el Ministerio de Finanzas quieren aprovechar la visión pesimista que tiene el mercado sobre la inflación, para que ésta se vea reflejada en la demanda de los títulos en pesos que se saldrán a colocar.
El plan inicial de Luis "Toto" Caputo había sido salir a captar más de $ 30.000 millones en esta emisión. Pero la poca profundidad y las expectativas del mercado local lo hicieron ser algo más conservador en su estrategia.
Hoy, las consultoras privadas prevén que habrá un piso, en el corto plazo, en el descenso de la inflación (al menos hasta marzo, por cuestiones estacionales). Y que a lo largo del 2017 el índice podría ubicarse cerca del 21% anual, muy por encima de las metas que se fijó el Banco Central.
El escenario al que se enfrenta hoy el Poder Ejecutivo, posterior a la elección de Donald Trump en Estados Unidos, es muy diferente al que había encontrado en los meses en que salió a colocar los Bote, que son los títulos a tasa fija que se animó a lanzar el Tesoro. Por esos días, el mercado esperaba una tendencia claramente descendente sobre los precios.
Esta vez, también, los títulos podrán ser suscriptos tanto en moneda local como en dólares, lo que facilitará la demanda de fondos del exterior. Según lo dispuesto, la recepción de ofertas comenzará hoy y se extenderá hasta mañana, mediante el sistema de "indicación de precio". En el llamado "tramo competitivo" se deberá indicar el precio que se ofrece (incluyendo intereses devengados), expresado por cada mil pesos de valor nominal, y en el no competitivo se deberá consignar únicamente el monto a suscribir. La amortización será íntegra al vencimiento y devengará intereses del 2,5% anual, que se pagarán una vez por semestre en enero y julio de cada año.
En el mercado veían ayer con algo de desconfianza las condiciones de emisión. Algunos consideraban que el spread que se pagarán los títulos sobre la inflación es demasiado bajo y que la suscripción sólo se justificaría ante un escenario de alta inflación.
Paralelamente, el Gobierno también saldrá a licitar hoy letras en dólares, en dos versiones: una a 77 días, que vencerá en abril y pagará un rendimiento del 3% anual (el precio de suscripción será de u$s993,71 por cada u$s1.000 de valor nominal); y otra a 168 días, que terminará en julio y dejará un retorno del 3,3% anual (u$s985,04 por cada u$s1.000). Sobre la demanda de estos títulos influyen las expectativas que tenga en el mercado sobre la evolución del dólar. Habría poco vuelo para la divisa con un blanqueo aún vigente, las colocaciones de deuda y la llegada de cosecha gruesa.