Un grupo de jóvenes organizaron una fiesta clandestina de la que participaron cerca de 500 personas. El encuentro ilegal llegó a su fin cerca de las 05:00 de esta madrugada cuando efectivos de seguridad se hicieron presentes en el lugar.
La reunión masiva se llevó adelante un domicilio ubicado en la esquina de calle Toranzos e Ydpy de la localidad correntina de Santo Tomé.
Hasta ese punto llegaron efectivos policiales de la comisaría Primera luego de que una persona, que no se identificó, llamara al 101 para manifestar que se estaba llevando a cabo una fiesta clandestina.
Los uniformados se dirigieron hasta el lugar mencionado y desde dos cuadras de distancia observaron una importante cantidad de automóviles y camionetas estacionados de los dos lados de la calle, como así también un sito baldío que funcionaba como playa de estacionamiento.
Una vez que los agentes se hicieron presentes no lograron observar si en el interior del domicilio había gente debido al alto muro que cuenta la vivienda. Pero si escucharon un "importante murmullo", según indica el parte policial.
Luego de media hora, se hizo presente el propietario del lugar que se identificó como Fausto Vecchio, de ocupación oftalmólogo, que manifestó que en el lugar se encontraba su hija María Florencia, de 24 años de edad.
Posteriormente, Vecchio procede a abrir el portón principal solicitando a los presentes que se retiren. Es así, que cerca de 500 personas, de ambos sexos y de distintas de edades, comenzaron a correr por distintas direcciones.
Llamativamente, en esta masiva fiesta clandestina no hubo demorada ni tampoco secuestraron ningún tipo de elementos. En el lugar intervinieron personal policial de las comisarias Primera y Segunda, que, además, contaron con el apoyo de Gendarmería Nacional.
El caso quedó a cargo de la fiscal subrogante de Instrucción y Correccional de Santo Tomé, Francilina Niveyro.