El Papa se reunió este sábado con los miembros de la Fundación "Centesimus Annus Pro Pontifice".
El papa Francisco recibió esta mañana, en el Palacio Apostólico Vaticano, a los participantes en el congreso internacional de la Fundación Centesimus Annus Pro Pontifice, celebrado en el Vaticano del 21 al 22 de octubre de 2021, sobre el tema "Solidaridad, cooperación y responsabilidad: los antídotos para combatir la injusticia, la desigualdad y la exclusión".
La construcción de un mundo "más solidario, justo y equitativo" no es un "asunto político", sino que "es dar cuerpo a la fe" en Dios "amante del hombre" y de la vida. Realmente podemos ser "todos hermanos", si puede parecer "una utopía inalcanzable", preferimos "creer que es un sueño posible", porque es "lo mismo que Dios", es el corazón del fuerte mensaje que el papa Francisco dejó a los participantes en la conferencia internacional.
La injusticia de un sistema económico que descarta vidas
Los temas de la conferencia "son geniales e imprescindibles", subrayó Francisco tras agradecer a la presidenta de la Fundación, Anna Maria Tarantola, sus palabras de saludo "siempre claras". Y a los miembros de la Fundación, junto a los científicos, economistas, ministros, cardenales y obispos que participaron en las dos jornadas de trabajo, reafirma que son reflexiones importantes. “En una época en la que las incertidumbres y la precariedad que marcan la existencia de tantas personas y comunidades se ven agravadas por un sistema económico que sigue descartando vidas en nombre del dios del dinero, inculcando actitudes rapaces hacia los recursos de la Tierra y alimentando muchas formas de iniquidad”, dijo Francisco.
El pontífice indicó que ante la injusticia y la explotación "no podemos quedarnos indiferentes", pero la respuesta no puede ser sólo la denuncia: se trata "sobre todo de la promoción activa del bien" por tanto "denunciando el mal, pero promoviendo el bien".
En este punto Francisco apreció las actividades de la Fundación, especialmente en los campos educativo y formativo, como “el compromiso de financiar estudios e investigaciones para los jóvenes sobre nuevos modelos de desarrollo económico y social inspirados en la doctrina social de la Iglesia”, algo que consideró “muy importante”.
“En el suelo contaminado por el dominio de las finanzas, necesitamos muchas semillas pequeñas que producirán una economía justa y beneficiosa, a escala humana y digna del hombre. Necesitamos posibilidades que se hagan realidad, realidades que den esperanza. Esto significa poner en práctica la doctrina social de la Iglesia”, dijo el Papa.
Las tres piedras angulares
En alusión a las tres palabras elegidas por la Fundación "Centesimus Annus Pro Pontifice" para esta conferencia internacional -solidaridad, cooperación y responsabilidad- Francisco destacó que son "las tres piedras angulares de la Doctrina Social", que ve a la persona humana, naturalmente abierta a la relación, como la cumbre de la creación y el centro del orden social, económico y político:
“Con esta mirada, -explicó el Papa- atenta al ser humano y sensible a la concreción de las dinámicas históricas, la Doctrina Social contribuye a una visión del mundo opuesta a la visión individualista, en la medida en que se basa en la interconexión entre las personas y tiene como meta el bien común”.
Otro de los puntos indicados por el Pontífice en su alocución, fue el hecho concreto de que esta Doctrina está anclada en la Palabra de Dios, para orientar los procesos de promoción humana a partir de la fe en el Dios hecho hombre.
Por eso -argumentó Francisco- hay que seguirla, amarla y desarrollarla. "Retomemos la Doctrina Social, hagámosla conocer: ¡es un tesoro de la tradición de la Iglesia!", añadió.
Igualmente, el Santo Padre puntualizó que la misión de la Fundación y de todos como familia humana, es precisamente, poner en práctica la teoría de la Doctrina Social de la Iglesia, es decir, que no quede todo en puras palabras sino que se vean los gestos concretos en todos los ámbitos de la vida social, las relaciones, el trabajo, el compromiso civil, la relación con la creación y la política:
“Solidaridad, cooperación, responsabilidad: son tres palabras que recuerdan el misterio de Dios mismo, que es Trinidad. Dios es comunión de personas y nos orienta a realizarnos a través de la apertura generosa a los demás (solidaridad), de la colaboración con los demás (cooperación), del compromiso con los demás (responsabilidad)”.
Colaborar por el bien común
Por último, el Papa aseveró que para llevar adelante esta misión, la humanidad no está sola sino que cuenta con la cercanía de Dios.
Francisco concluyó su discurso alentando a todos, como comunidad universal creyente, "a colaborar sin miedo con cada uno por el bien de todos: sin cerrazones, sin visiones excluyentes y sin prejuicios".+