En una recorrida fotográfica por la ciudad de Corrientes se puede observar el total estado de abandono que sufren las fuentes de agua. Las obras de arte que se ubican en los principales paseos públicos capitalinos sólo muestran la peor cara de la desidia y falta de higiene no solamente por parte de quien debería cuidarlas: el Municipio, sino también de los vecinos que en algunos casos arrojan basura y desperdicios.



La fuente “de aguas danzantes” de la plaza Cabral, un complejo sistema que combinaba la caída de agua con luces y música, que fue inaugurada en febrero de 2013 durante la gestión de Carlos Espínola, dejó de funcionar al poco tiempo por falta de repuestos. El resto de las fuentes carece de mantenimiento, quizás por falta de presupuesto o también puede ser por falta de personal capacitado.



Lo cierto es que, con la nueva gestión de Eduardo Tassano al frente del Municipio se espera que en breve se pueda volver a disfrutar del esplendor de las fuentes en los paseos públicos, que hacen aún más bonita a la ciudad.