El docente y doctor en Ciencia Sociales, Julio Gambina realizó, en diálogo con Conclusión, un balance de las políticas implementadas durante 2024 por el presidente Javier Milei a poco de finalizar el año y dijo: «Es un año exitoso para muy pocos en la Argentina».
En este sentido agregó que «en la Argentina hay un núcleo concentrado de poder económico que le ha ido muy bien» y puso como ejemplo el blanqueo fiscal: «Estamos hablando de unas 100.000 personas que habían evadido y que incorporaron al sistema financiero sin costo 22.500 millones de dólares. La contracara es el desastre para la mayoría de la población que vive de ingresos fijos y de los empresarios que le venden a los sectores que viven de ingresos fijos».
El analista sostuvo que «solo en jubilaciones el Estado, en 10 meses, dejó de pagar respecto del año anterior 8 billones de pesos».
«Entre las jubilaciones menos pagadas, los salarios estatales menos pagados, la obra pública no ejecutada y las no transferencias a provincias se estima una disminución respecto del año anterior de 35 billones de pesos. Ese es el famoso tijeretazo, el recorte del gasto público, el ajuste, la motosierra que explica lo que para los analistas económicos es un éxito, que es el superávit fiscal», señaló y consideró que «no es ningún éxito ese superávit fiscal porque es a costa de un empobrecimiento masivo de la población».
Entre las jubilaciones menos pagadas, los salarios estatales menos pagados, la obra pública no ejecutada y las no transferencias a provincias se estima una disminución respecto del año anterior de 35 billones de pesos
El economista y docente agregó: «Insisto por las dudas, el enriquecimiento de sectores muy concentrados de la economía, incluso en el balance que viene haciendo el gobierno hay una imaginación muy grande cuando dicen ‘Bueno, ya empezaron las buenas noticias porque la economía argentina está rebotando’. Lo único que rebota es el agronegocio, la minería y la energía, sobre todo por inversiones de sectores muy concentrados vinculados al capital trasnacional. El resto de la actividad económica: la industria manufacturera, la construcción, la producción de bienes y servicios, todo eso está en baja. Por eso el año va a terminar con una caída del tres y medio o cuatro por ciento».
Lo único que rebota es el agronegocio, la minería y la energía, sobre todo por inversiones de sectores muy concentrados vinculados al capital trasnacional
«¿Y qué quiere decir que cae la economía? Que cae el consumo popular porque hay una parte del consumo que crece en los sectores con capacidad de gasto que viajan al exterior o que tienen capacidad de consumo suntuario, hacen crecer el consumo, pero la mayoría del consumo varía del mismo modo que baja el consumo. Del mismo modo baja el gasto público, la inversión pública se congeló, no hay obra en educación, en salud, en carreteras, en infraestructura, en servicios para la población, pero tampoco hay inversión privada”, detalló Gambina.
Baja el gasto público, la inversión pública se congeló, no hay obra en educación, en salud, en carreteras, en infraestructura, en servicios para la población, pero tampoco hay inversión privada
Respecto del impulso que el oficialismo le dio al Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), Julio Gambina apuntó que “el presidente ha anunciado en las últimas horas que hay más de 11.800 millones de dólares prometidos en cuanto se aplique el régimen de incentivo a las grandes inversiones. Habrá que ver si eso es así, pero no tengamos dudas que son inversiones para esos sectores que mencioné: agronegocio de exportación, energía, minería y el litio, como gran novedad, que son los núcleos de la acumulación de capitales de los sectores concentrados, pero para la mayoría de la población una inversión que está orientada para la mejor la calidad de vida no es lo que hay que esperar».