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Georgia acude a las urnas para decidir entre seguir acercándose a Moscú o regresar el regazo europeo

Los georgianos están este sábado convocados a las urnas para elegir el Parlamento unicameral de esta antigua república soviética transcaucásica en una votación que va a tener una enorme trascendencia para su futuro. Tras el final de la era de Mijáil Saakashvili , ahora en prisión y con problemas de salud, el país está gobernado por Ensueño Georgiano , formación que dirige en la sombra en calidad de presidente honorífico su creador, el multimillonario Bidzina Ivanishvili , un hombre vinculado en el pasado a los círculos de negocios moscovitas.Su partido, considerado de centro-izquierda, copó el Parlamento en octubre de 2012, desplazó un año después a Saakashvili de la Presidencia y es el favorito para alzarse con la victoria en los actuales comicios parlamentarios. La cuestión es si Ensueño Georgiano volverá a lograr la mayoría absoluta para continuar su política de acercamiento a Rusia o si el principal partido de la oposición, Movimiento Nacional Unido , fundado en su día por Saaskashvili, conseguirá aglutinar en torno a sí al resto de los partidos con el objetivo de formar coalición y devolver el país a la senda de la Unión Europea. De ahí que muchos vean estas elecciones como un «referéndum» con dos opciones: Rusia o la UE.Los sondeos son de lo más variado. El canal de televisión Imedi vaticina una nueva victoria oficialista con el 60,2% de los sufragios frente a un 15,4% para Unidad, la alianza que el Movimiento Nacional Unido ha conformado con otros grupos. La llamada Coalición por el Cambio (liberales proeuropeos) alcanzarían el 9% de los votos mientras el resto de partidos no obtendrían representación al quedar por debajo del 5%. Si se cumple tal pronóstico, de los 150 escaños que tiene la Cámara, 107 serían para Ensueño Georgiano y 43 para la oposición.Noticia Relacionada estandar Si Los Brics priorizan el final de la guerra en Oriente Próximo más que la paz en Ucrania Rafael M. Mañueco Maduro fue recibido por Putin, y, aunque el jefe del Kremlin le dijo que Moscú «apoya el deseo de Venezuela de formar parte del grupo», de momento no será admitida como tampoco NicaraguaEn la actual composición del hemiciclo, el partido gubernamental cuenta con 90 diputados, el Movimiento Nacional Unido tiene 36 y los otros 24 escaños se reparten entre un total de siete grupos parlamentarios, algunos de los cuales no han presentado candidatos en esta ocasión. Sin embargo, Edison Research atribuye a Ensueño Georgiano un 34% de intención de voto, a Unidad el 18%, a la Coalición por el Cambio el 14%, a Gajaria por Georgia el 11%, a Georgia Fuerte el 10% y al Partido Laborista el 5%. En tal caso, la oposición detentaría 94 escaños y el actual poder 56. Un cálculo parecido hace Savanta, poniendo a la Coalición por el Cambio por delante de Unidad (19% y 16% respectivamente) y con Ensueño Georgiano a la cabeza con el 35%. En este caso también la oposición sería mayoritaria con 89 mandatos frente a 61 el partido oficialista.Se da la circunstancia de que las anteriores legislativas, que tuvieron lugar el 31 de octubre de 2020, se celebraron según un sistema electoral mixto: 120 escaños fueron elegidos según el sistema proporcional (listas de partidos) y 30 según el sistema mayoritario, que fueron todos a parar a Ensueño Georgiano, además de los 60 obtenidos por el sistema de listas cerradas. Esta vez toda la Cámara será elegida por el sistema proporcional, lo que podría ir en detrimento del partido del poder.Saakashvili y muchos de sus partidarios creen que el Gobierno, con la ayuda de Rusia, podría tratar de perpetrar un pucherazo para mantenerse en el poder. En una entrevista a Radio Liberty, el expresidente georgiano advierte que «habrá provocaciones en los próximos días, incluso durante las elecciones». A su juicio, una victoria de Ensueño Georgiano «tendría consecuencias nefastas para Georgia, socavaría todavía más la democracia». Recordó cómo esta formación ha promovido recientemente leyes calcadas de la legislación rusa como la de «agentes extranjeros» o la prohibición de la propaganda LGBT, medidas que han provocado duras críticas de Estados Unidos y la Unión Europea.Bruselas ha suspendido la adhesión a la UE a la espera de un cambio de rumbo en Tiflis que ponga fin a la agenda autoritaria y a «los ataques contra libertad de prensa y los derechos de las minorías». La Comisión Europea ha retenido además 121 millones de euros de asignaciones a Georgia, que recibió en 2023 el estatus de país candidato, en respuesta al retroceso democrático en el país tras la aprobación de la ley de agentes extranjeros. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov , ha dicho que «no influimos ni interferimos de ninguna manera en los asuntos de Georgia. Pero vemos intentos de injerencia occidental absolutamente sin precedentes (…) están tratando de torcerle el brazo a Tiflis, de imponerle sus condiciones».Georgia celebra el sábado unas elecciones parlamentarias clave para su futuro europeo en medio de crecientes tensiones entre el país caucásico y Occidente por el acercamiento del actual Gobierno al Kremlin EFEEl pasado domingo, decenas de miles de personas salieron a la calle en Tiflis bajo el lema «Georgia elige la UE» y han convocado otra concentración para este sábado en la céntrica avenida Rustaveli al cierre de los colegios electorales para vigilar que no se cometa fraude electoral. Pero el miércoles fueron los seguidores de Ensueño Georgiano quienes llenaron el centro de la capital, llegaron autobuses desde todos los confines de Georgia, indicador de que el acto fue organizado y financiado por Ivanishvili, a quien los asistentes vitorearon repetidamente. Su campaña ha ido en la línea de presentar su partido como el único capaz de evitar la «ucranización» de Georgia y que se repita una nueva guerra con Rusia.Tiflis orientó su política hacia la Unión Europa y la OTAN en 2004, lo que enfrió las relaciones con Moscú. Después, en agosto de 2008, el intento del entonces presidente Saakashvili, de recuperar por la fuerza el control de Osetia del Sur, provocó una intervención militar de Rusia que acabó convirtiendo esta provincia y la de Abjasia en protectorados rusos con presencia de tropas enviadas por el Kremlin.

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