Economía

Gobierno de Macri: Economistas prevén un semestre de ajuste

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 Gobierno generó un primer shock positivo de expectativas. Pero la economía no le va a sonreír a Mauricio Macri en los primeros meses de gestión. Los ocho economistas que se animaron a dar sus pronósticos para 2016 esperan efectos recesivos para el primer semestre, con augurio de buenas noticias recién para la segunda mitad del año, y la apuesta a un posible despegue en 2017.

 

“El crecimiento está muy jugado este año, sobre todo hasta julio”, sostiene Fausto Spotorno, de OJF, y refleja la sensación de gran parte de los gurúes económicos. Las proyecciones apuntan a una contracción cercana a 2% en el primer semestre. Y gracias a un leve repunte en el segundo, 2016 podría cerrar empatado.

 

El efecto interno del ajuste del tipo de cambio y del fuerte salto inicial de los precios marcaría el rumbo del arranque de año. En los primeros meses, el golpe sobre la capacidad de compra del salario frenaría el consumo como el motor de la economía. “Ya se movió el dólar, y ahora se están moviendo  los precios”, explica Lorenzo Sigaut Gravina, de Ecolatina. “La atención deberá estar puesta en qué pasará con los salarios y las tarifas. El resultado de la puja distributiva va a definir el recorrido del segundo trimestre y del resto del año”. El año 2016 será, para los economistas, de alta inflación. Los porcentajes esperados oscilan entre el 32 y el 40%.

El resultado de las negociaciones salariales es clave para la estabilidad de las predicciones. El acuerdo social entre empresarios y sindicatos tendría que ser lo suficientemente equilibrado como para no extender el parate del gasto de las familias, ni generar nuevas expectativas inflacionarias.

 

Los movimientos del dólar en el actual esquema de flotación “sucia” no deberían ser bruscos. Pero la inflación y la devaluación del real agitan un fantasma: “Que la devaluación haya quedado corta”, dicen los especialistas.

 

“El dólar está quieto porque armaron un esquema de bicicleta financiera y el campo está vendiendo su stock, pero no es sostenible si no entran dólares adicionales”, asegura Agustín D’ Attellis, ex La Gran Makro –la consultora cercana al kirchnerismo–. Y agrega: “La nueva política económica perjudica a la industria nacional y es compatible con salarios bajos”.

 

Los consultores señalan cuatro cuestiones claves para tener en cuenta en el pronóstico extendido: las paritarias que empiezan en marzo, el programa pendiente para atacar el déficit fiscal, la consolidación del financiamiento y la evolución de Brasil, el principal socio comercial. La definición de estos temas puede desencadenar tormentas o, por el contrario, despejar el horizonte.

 

Nuevo motor.  Camilo Tiscornia, de C&T, es uno de los más optimistas: “Si la actividad empieza a repuntar en el segundo trimestre, en la segunda mitad del año las tasas de crecimiento interanuales pueden ser altas”, afirma mientras augura un segundo semestre con un salto de 6%. “Si esto se cumple,  el año que puede ser muy fuerte es 2017”. El empujón vendría de la mano de la estabilización macro, de la puesta en marcha de las exportaciones y de la ansiada llegada de dólares frescos. “La caída del nivel de actividad podría ubicarse en el 1,8%, con un consumo cayendo por la caída en el salario real, y una inversión subiendo al triple”, indica el último informe del Estudio Bein. En especial, el motor sería la inversión de sectores que recibieron señales de precio, como el campo, y la infraestrucutra con deuda externa.

 

“La entrada de capitales y del financiamiento para el sector publico y, también para el privado, harían contrapeso frente a las fuerzas contractivas de principio de año”, destaca Daniel Artana, de Fiel. Rodrigo Alvarez, director de Analytica, coincide en que si asoma finalmente el acuerdo con los fondos buitre, puede haber un ingreso considerable de crédito externo. El economista calcula, además, que Argentina puede recuperar un lugar de privilegio –junto a Brasil o México– como destino de la inversión extranjera directa, con un potencial de US$ 20 mil millones este año.

 

Los pronósticos de la balanza comercial son muy disímiles, con superávit desde los US$ 400 hasta los US$ 7 mil millones.  Pero el mayor desafío será fiscal: “Se está sobredimensionando el levantamiento del cepo y subdimensionando el problema fiscal”, dice Rodolfo Santangelo, consultor-socio del presidente del Banco Nación, Carlos Melconian, en la firma M&S.

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