Al final, volvió. Tres meses y medio después de la internación por apendicitis y tras la infección intra hospitalaria que derivó en múltiples cirugías, Juan José Gómez Centurión regresó hoy a sus oficinas de la Aduana, a la espera de la resolución que lo vuelva a poner oficialmente en funciones.

 

El funcionario había sido reemplazado por Pedro Luis Chapar, designado por el titular de la AFIP, Alberto Abad, el pasado 19 de mayo a través de una resolución publicada en el boletín oficial, "mientras dure la ausencia" del militar retirado. Chapar, del riñón de Gómez Centurion, condujo el organismo durante todo este tiempo en compañía de Diego Dávila como director adjunto. Una especie de doble comando. Juan José Gómez Centurión hijo también se mostró en los últimos meses en los pasillos del edificio de la calle Azopardo. El joven trabaja formalmente en el Ministerio de Gobierno bonaerense.

 

El 5 de abril pasado, Gómez Centurión fue internado de urgencia en el Sanatorio La Trinidad de San Isidro por una peritonitis secundaria que derivó en una apendicitis gangrenosa perforada con afectación del espacio retroperitoneal producto de una infección intra hospitalaria. Estuvo en coma inducido, en estado crítico, y requirió múltiples cirugías: fue dado de alta el 30 de mayo.

 

El todavía en licencia titular de la Aduana ya había tenido que dejar su cargo el año pasado, pero no por motivos de salud. En agosto del año pasado, una denuncia anónima por supuesta corrupción ligada con hechos de contrabando hizo que Mauricio Macri le pidiera la renuncia, por la que volvió a su puesto casi dos meses después de que el juez Ariel Lijo no encontrara elementos para probar su participación en la maniobra.

 

En febrero pasado, el militar también había sido blanco de duras críticas por sus polémicos dichos sobre la última dictadura en un programa de televisión. Aseguró que no había habido un plan sistemático de represión entre 1976 y 1983. Fue denunciado en la Justicia por apología del delito.