La capilla de San Ramón Nonato, ubicada en Piragine Nivyero y Jujuy, en el barrio homónimo, celebra este 31 de agosto la fiesta más grande de la vida, en honor del santo protector de los no nacidos y patrono de las mujeres embarazadas. El obispo Adolfo Canecin presidió a las 9,30 la misa. Por la tarde habrá misas a las 16 y las 17 se realizará una caravana de vehículos por las calles del barrio.
El templo permanecerá abierto, y podrán ingresar según el protocolo sanitario por la pandemia. Habrá bendiciones a embarazadas, y a quienes anhelan tener un hijo.
La misa por la vida fue celebrada a las 9,30 y estuvo presidida por el obispo de Goya, monseñor Adolfo Ramón Canecin e invito a renovar el compromiso de ser mensajeros de la Vida. También bendecirán las manos de obstetras y parteras en su día.
Nació tras la muerte de su madre
San Ramón es considerado el patrono de las embarazadas, ya que él nació tras la muerte de su madre. Por eso se lo llama nonato, que es no-nacido en forma natural. Recibió el nombre de Ramón en honor a la persona que abrió el vientre de su madre.
Tuvo una vida de entrega a Dios y, tras ingresar a la Orden de la Merced, se ordenó sacerdote y viajó a África para ofrecerse en rescate de cautivos cristianos. Trabajó hasta el martirio por los oprimidos, defendió la vida de los sometidos y predicó con la palabra y el ejemplo.
El papa Gregorio IX lo creó cardenal de la Iglesia, y cuando viajaba a Roma para recibir el capelo, falleció el 31 de agosto de 1240.
Por ser mensajero de la vida la Iglesia lo proclamó santo y lo convirtió en patrono y defensor de la vida concebida, de las mujeres embarazadas, de los niños y de los que desean ser padres.