Kayla Unbehaun fue raptada por su madre cuando tenía 9 años y estaba bajo la custodia del padre.



Kayla Unbehaun tenía 9 años cuando desapareció el 4 de julio de 2017 y desató un proceso de búsqueda que finalizó hace horas gracias a un documental sobre misterios sin resolver.



La nena vivía con el padre, Ryan Iskerka, quien tenía su custodia total y legal, en South Elgin, en el estado de Illinois (Estados Unidos).



En tanto, su madre, Heather Unbehaun, solo podía verla como parte de un régimen restringido de visitas, establecido por motivos que no trascendieron.



Tras pasar el Día de la Independencia con la mamá, Ryan fue a buscar a su hija a la casa de la mujer pero no las encontró y denució su desaparición.



Así comenzó una búsqueda incansable, con la ayuda del Centro Nacional de niños perdidos y explotados.



Como parte de los operativos, difundieron durante años carteles con la foto de Kayla en el momento de su desaparición y otras realizadas con tecnología de simulación en las que se proyectaba su probable aspecto actual.



En forma reciente el dueño de un local vio, a más de 1.100 kilómetros, en un centro comercial de Asheville (Carolina del Norte), a una joven parecida a Kayla, de cuyo caso se enteró a partir de la serie documental "Misterios sin resolver".



El hombre alertó a las autoridades que finalmente comprobaron que esa adolescente de ahora 15 años es efectivamente la nena buscada desde 2017.



Además, arrestaron a la madre, a la que se la acusa de secuestro.



Tras el hallazgo de la menor, su padre dio a conocer un comunicado: "Estoy muy contento de que Kayla esté en casa a salvo. Quiero dar las gracias (a los departamentos de Policía y Bomberos de la ciudad de Elgin, Illinois), al Centro Nacional para Menores Desaparecidos y Explotados y a todas las fuerzas del orden que ayudaron en su caso".



"Pedimos privacidad mientras nos conocemos de nuevo y navegamos por este nuevo comienzo", añadió Ryan.



«Sólo pido privacidad para este momento en el que tenemos que volver a conocernos», dijo el padre, Ryan, tras recuperar a su hija después de seis años de agonía.