En uno de los salones privados del Palacio Nacional de Guatemala, dos hombres que tienen más en común de lo que el mundo cree, se han reunido para conversar sobre la democracia. Uno de ellos es el presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo , que justo ha cumplido un año de gestión frente a un país tan pequeño como convulso y cuya ascensión al poder casi fue boicoteada por fuerzas sombrías del sistema que miraban en su figura a un enemigo de la corrupción institucional que controla al sector público del país. El otro hombre, es el presidente legítimamente electo de Venezuela, Edmundo González, que debía haber asumido el cargo el pasado 10 de enero. A ambos, las mafias del sistema han intentado interrumpir su presidencia. Con Arévalo, fracasaron. Aunque el intento llegó hasta las últimas consecuencias, poniendo en riesgo la transmisión de poder hasta el último minuto de aquel convulso 14 de enero de 2024. Con González, los dirigentes del chavismo encabezados por Nicolás Maduro han triunfado para impedir la imposición de la banda presidencial, tras haber ganado las elecciones del 28 de julio de 2024 con más del 60% de los votos.Noticia Relacionada estandar Si La diáspora venezolana y una «solución armada» Susana GaviñaLa esperada reunión sucedió al final de la tarde del miércoles 15 de enero. «Esta tarde recibí a González Urrutia, a quien le he expresado mi total respaldo en su valiente lucha por la democracia ante el ilegítimo régimen de Nicolás Maduro. Al pueblo venezolano le reitero: en Guatemala tienen un aliado firme que respalda su lucha por la libertad y el respeto a los Derechos Humanos. iNo están solos!», publicó el presidente Arévalo.Pero la gran diferencia entre Arévalo y González es que, a pesar del apoyo ciudadano hacia la oposición y las condenas de democracias occidentales, Arévalo sí asumió el cargo, mientras que González no ha podido derribar al dictador más fuerte de la región. González había anunciado su regreso a Venezuela, a pesar de la orden de aprehensión en su contra, para llevar a cabo una toma de posesión paralela a la del dictador. El escenario era tan improbable que ni siquiera se intentó llevarlo a cabo. González no puso pie en Venezuela, Maduro asumió su tercer mandato —ilegitimo— y nada pudo convencer a las fuerzas castrenses del país sudamericano para rebelarse ante Maduro y jurarle lealtad a quien, técnicamente, es su nuevo jefe. «Edmundo vendrá a juramentarse como presidente constitucional de Venezuela en el momento correcto, cuando las condiciones sean las adecuadas», declaró la gran lideresa de la oposición, Maria Corina Machado, quien sí llegó a Venezuela a participar en manifestaciones de apoyo a González.Reacciones en GuatemalaLa reunión privada con Arévalo fue, sin embargo, el segundo tema en la agenda de González. El presidente electo se reunió primero con la comunidad de venezolanos que reside en Guatemala y que atendió el llamado de Machado, que horas antes había pedido. «Hoy les toca a ustedes recibir al presidente electo de Venezuela», escribió la activista en sus redes. En un edificio de una de las zonas más exclusivas de la Ciudad de Guatemala, González apareció con las banderas de Guatemala y Venezuela y brindó una conferencia de prensa. «Todo lo que han aprendido en estos años de destierro lo pondrán a servicio del país, y estoy seguro que muchos de ustedes se sentirán orgullosos de ser las personas que contribuyeron a la construcción de la nueva Venezuela que surgirá a partir de que tomemos posesión de nuestro cargo», aseguró González entre aplausos y vítores.Noticia Relacionada estandar Si EE.UU. ofrece por Maduro y sus secuaces lo mismo que llegó a ofrecer por Osama Bin Laden David Alandete | Corresponsal en Washington»Tenemos razones para ser optimistas, aquí nadie se rinde, la pelea es para allá, y más temprano que tarde Edmundo González va a jurar como lo que es, el verdadero presidente de todos los venezolanos», dijo Antonio Ledesma, exalcalde Mayor de Caracas, Venezuela, y exiliado político. Ledesma acompaña en la comitiva al presidente González, al igual que Carlos Rodríguez, activista político, quien aseguró que la visita del presidente electo forma parte de la gira continental que ha estado realizando desde la semana pasada, para sumar apoyo de las naciones democráticas americanas. Y es que, desde su exilio en España en septiembre de 2024, el líder opositor ha viajado por toda América en busca de apoyo internacional. Aterrizó primero en Argentina, luego hizo una breve parada en Uruguay, llegó a Panamá y finamente a República Dominicana. Guatemala es el primer país que visita tras lo que González denominó el «golpe de Estado» que fraguó Maduro el viernes 10, al imponerse la banda presidencial habiéndo perdido las elecciones. Se espera que González salga de Guatemala este jueves 16 de enero con destino desconocido. Por seguridad, no se ha revelado ningún cronograma de su gira y tampoco suelen revelarse tantos detalles de sus encuentros íntimos con sus aliados. Pero quizás la conclusión de aquella charla que sostuvieron ambos demócratas en Guatemala sea tan pública como dolorosa: es imposible convencer por la vía pacífica a un tirano de respetar una transición de poder democrática.