Una cosa es volverse inmortal en la memoria del pueblo a través de proezas como, por ejemplo, ganar la Copa del Mundo, pero lo de Lionel Messi ya es un caso legendario: esta semana los arqueólogos que trabajan en la Necrópolis de Saqqara, en Egipto, encontraron una estatuilla de hace 4.300 años que tiene su nombre.
Lejos de tratarse de un homenaje al futbolista, los arqueólogos no le pusieron el nombre a la estatuilla sino que se rigieron por la escritura en una puerta falsa que encontraron en la Necrópolis de Saqqara, a 30 kilómetros de El Cairo, la capital de Egipto.
"En la misma zona donde encontramos las 9 estatuas, encontramos una puerta falsa. Esta puerta pertenece a un tal Messi. No al Messi de Argentina que ganó la Copa del Mundo, a otro Messi. Este Messi vivió hace unos 4.300 años. De esto podemos concluir que 9 estatuas pertenecen al que llevaba el hombre Messi", explicaron los arqueólogos según la agencia de noticias rusa Sputnik.
Durante la misma operación el equipo localizó a la que sería la momia más antigua de Egipto, que en vida habría sido un hombre rico llamado Djed Spesh, que una vez embalsamado fue cubierto de oro y enterrado en la necrópolis. También se encontraron tres tumbas que pertenecían a un supervisor de nobles, un sacerdote y un juez, todas personas notables.