Política

¿Hay 2019?

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El gobernador buscó despejar la idea de que está solo con múltiples reuniones, todas el día de su regreso del innecesario peregrinaje a la capital de los Estados Unidos. No pudo sin embargo reunir el Partido Justicialista, ni obtener la imagen con los dos dirigentes más importantes del principal partido del Frente Chaco Merece Más. Tampoco encontró con facilidad reemplazantes para los funcionarios salientes, ni para los que todavía esperan irse. Aun así, la salida de Horacio Rey, constituye una oportunidad para reconstruir las relaciones. Falta saber si todo esto es suficiente para repetir en la provincia ¿hay 2019?

 

Si los avatares propios de la gestión, más una sucesiva continuidad de errores políticos había golpeado la imagen del gobernador Domingo Peppo el escándalo de corrupción que involucra a los funcionarios renunciantes termina por demoler el escaso porcentual de imagen positiva que pudiera quedarle.

 

Y es que por lo menos tres cuestiones pusieron en duda la capacidad del primer mandatario para resolver esta crisis. La primera, el viaje innecesario de Peppo a Estados Unidos para hablar de “transparencia” en la Universidad de Washington. Los hechos que se desataron en la ciudad de Resistencia y el jueves de la semana pasada cuando el jefe provincial estaba todavía en la ciudad de Buenos Aires ameritaban la suspensión de aquella gira.

 

Fuera de lo que ocurrió el periplo no hubiera importado un aporte en la construcción de la institucionalidad, pero con los hechos desatados a partir de la investigación del fiscal Patricio Sabadini, el saldo del viaje o es 0, o es negativo. Ni hace falta aclarar que agravó la situación provincial el temario sobre el que fue a exponer.

 

Dos. La salida de Horacio Rey, casi con una pizca de sarcasmo se produce por renuncia del funcionario, y no por despido, como hubiera querido no solo el votante chaqueño, sino especialmente el militante oficialista. El decreto además, le agradeció a los funcionarios salientes “el aporte y los servicios” dados a la gestión de Domingo Peppo.

 

Tres. La suma de los desaciertos a su vez terminaron de dar respuesta a una pregunta que ronda en prácticamente todos los ciudadanos de la provincia ¿estaba el gobernador al tanto de las actividades de su secretario general?

 

Importa decir que Rey no era un funcionario más. Su salida, obligó al Ejecutivo a pensar si para reemplazarlo ¿haría falta un jefe de Gabinete? Es muy claro el espacio que quedó vacante y el tamaño del daño que esta situación generó en el gobierno.

 

Jorge Capitanich tuvo que declinar un ofrecimiento para ocupar ese espacio en el gobierno de Peppo, pero antes de viajar a San Luis expresó su respaldo a la continuidad del gobernador. Gustavo Martínez debió enviar a su esposa, la presidente de la Cámara de Diputados, Eli Cuesta, a la Casa de Gobierno para rescatar la institucionalidad. Repentinamente la cuestión para el primer mandatario ya no era la reelección sino poder terminar el mandato en trámite.

 

Hubo enojos con Aída Ayala. La diputada nacional en las horas aciagas en las que la Justicia provincial reclamó las detenciones de Horacio Rey, Roberto Lugo, Susana Fernández e Ismael Fernández pidió que el gobernador “dé un paso al costado”. La ex intendente facilitó escenas de victimización dentro del Frente Chaco Merece Más. El ultra oficialismo, que como dijo el conductor radical Julio Wajcman “comía de la mano” del ex secretario general, o planteó un escenario destituyente o comparó la corrupción del gobierno nacional con la de la provincia. Como si una exculpara a la otra. Confían en la Justicia.

 

La Procuración General, encabezada por el Dr. Jorge Canteros, y el equipo de fiscales, en su conferencia circunscribieron los hechos. Alineados con el discurso que el propio gobernador Domingo Peppo dio a su regreso de Washington agradecieron que la Casa de Gobierno se haya abierto de par en par para obtener toda la información necesaria, que –dijeron- de otra manera hubiera costado mucho conseguir.

 

Además, plantearon que “nunca habían visto nada parecido antes en la provincia”. La respuesta a una de las preguntas pareció más una confesión. No hay peor ciego que el que no quiere ver.

 

Las detenciones, por el peligro de que los acusados perturben la investigación, fue lo que llamó la atención. Patricio Sabadini se enteró por los portales de internet de los procedimientos. La Justicia chaqueña había quedado en off side cuando el fiscal federal sostuvo que se habían cometido delitos que debió investigar el fuero ordinario –algunos expuestos públicamente por el Centro Mandela en 2014- antes de que se hubieran cometido lo que investiga el fuero federal.

 

Aplicar todo el peso de las responsabilidades en los funcionarios acusados y terminar en ese mismo círculo es una cuestión que se maneja en altos mandos judiciales locales y especialmente se requiere en el propio gobierno. Algunos de los principales medios de comunicación van a contribuir a ello, convirtiendo los hechos actuales en un recuerdo del pasado. La cuestión de la pauta, tarde o temprano se va a normalizar.

 

El caso federal es entonces el que puede empujar con fuerza el caso, atendiendo la sensación general de que el caso va mucho más allá y que todavía no cayeron todos los que deberían caer. Tras la derrota de las elecciones de octubre de 2017 Peppo había propuesto renovar su gabinete. Sus voceros habían aclarado que había sólo dos intocables. Rey y el ministro de Hacienda, Cristian Ocampo. El primero ya se fue, ¿esperarán que la investigación golpee las puertas del Primer Piso de la Casa de Gobierno?

 

El gobernador volvió a prometer una renovación. Pero no tiene recambios. Capitanich no sólo dijo que no piensa integrar el gabinete provincial, también puso en duda que sus colaboradores acepten sumarse a la provincia. La integración de los ministerios de Peppo siempre evidenció de la ausencia de cuadros técnicos adecuados.

 

El panorama se completa con un duro cuadro social. Los movimientos sociales más duros reclamaban la renuncia de Ismael Fernández, el cuñado de Rey que había puesto el gobernador para manejar los fondos de la Unidad Ejecutora Chaco Construye. Esa renuncia evidenciará ahora que la crisis continúa. Y lo más complejo la relación con los gremios.

 

UPCP con claridad expuso la situación. ¿Tiene autoridad el gobernador para decirle no al reclamo de los sindicatos mientras del gobierno fluían millones en presuntos hechos de corrupción?

 

El descontrol –ausencia de control- pone en duda la eficacia de los organismos constitucionales creados para ello. Para atacar el problema Peppo propone nuevos organismos, como una Oficina Anticorrupción y una “comisión de notables”. Con otro nombre, la provincia ya los tiene. Fiscalía de Investigaciones Administrativas, Tribunal de Cuentas, Contaduría General, Tesorería General. Si todo lo que pasó, pasó a la vista de todos ¿hace falta gastar más en lugar de mejorar lo que ya está?

 

¿No es el que el Estado no da más? Como suele repetir el gobernador cuando se niega a otorgar concesiones a los gremios.

 

El gobernador deberá retomar el control de la escena. Y no por la creación de organismos que podrían evitar hechos como estos en el futuro. La cuestión que se debe atender es el presente. Y para eso las medidas deben ser ahora. La foto con los intendentes, con los legisladores oficialistas no suplen la falta de medidas. El reloj corre.

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