Puede que mientras está leyendo estas líneas, varios mensajes en las redes sociales de algún líder mundial o algún comentario en una rueda de prensa fuera de lugar hayan vuelto a poner patas arriba el panorama geopolítico, se hayan convocado varias reuniones exprés y hayan provocado la ira de más de una oficina de presidencia. De momento, aún se está asimilando lo ocurrido durante esta semana y media que ha sacudido el orden mundial: el presidente de Estados Unidos telefoneó al presidente ruso primero, y ninguneó al ucraniano llamándolo después, para comenzar a hablar de la paz en Ucrania. Posteriormente, Donald Trump tildó de «dictador» a Volodímir Zelenski y lo culpó de iniciar la guerra en la que lleva sumida su país desde hace tres años mientras elogiaba al que impulsó esa invasión: Vladímir Putin . En Arabia Saudí se celebró una cumbre entre Washington y Moscú en la que se habló de Ucrania y de Europa, pero a la que no estaban invitados ni Ucrania ni Europa. Y, mientras tanto, la Unión Europea intentó reaccionar con una tanda de reuniones en París para seguir buscando el lugar que ocupa en todo este barullo.En este desorden, un grupo de países parece tener claro lo que quiere, cuáles son sus objetivos y cuáles sus amenazas. Hablamos con tres embajadores de tres de los países que más han ayudado a Ucrania y que sienten la amenaza rusa más cerca que nadie.Noticia Relacionada El herido, un vizcaíno de 33 años estandar No El joven sirio que apuñaló al turista español en Berlín quería «matar judíos» Rosalía Sánchez | Corresponsal en Berlín El herido, un vizcaníno de 33 años, sufre «graves laceraciones en el cuello» pero está «fuera de peligro» según fuentes del Gobierno vascoLos tres comparten frontera con Rusia y los tres han ampliado considerablemente en los últimos años su gasto y su compromiso en defensa. Sari Rautio , embajadora de Finlandia; Per-Arne Hjelmborn , embajador de Suecia y Andres Rundu , embajador de Estonia, tienen un mensaje común: «Tenemos que seguir apoyando a Ucrania».Los tres forman parte del bloque conformado por los países nórdicos y bálticos. Son ocho: Dinamarca, Estonia, Finlandia, Islandia, Letonia, Lituania, Noruega y Suecia, y son conocidos como \'NB8\'. Han estado a la vanguardia del apoyo militar a Ucrania y forman parte de un formato de cooperación regional único que ha adquirido una gran importancia estratégica.«Tenemos que mantener la calma. No podemos basar la seguridad europea en mensajes en redes sociales» (Per-Arne Hjelmborn embajador de Suecia) IGNACIO GIL« No nos podemos fiar de Rusia », dice tajante Sari Rautio, embajadora de Finlandia en España. «Es una amenaza a largo plazo y no podemos fiarnos de ellos en una mesa de negociación. Rusia está exigiendo exactamente las mismas cosas que hace tres años», prosigue. Lo mismo opina el embajador de Estonia: «Los objetivos de Putin no han cambiado. Quiere cambiar la estructura de seguridad en Europa ». Estos puntos de los que advierten los diplomáticos son los mismos de los que hablaba Putin semanas antes de invadir Ucrania: que Moscú pueda tener algún tipo de veto de quién puede entrar en la OTAN (ya ha dicho que no permitirá que Kiev forme parte del bloque aliado); que siga queriendo cambiar las fronteras internacionales por la fuerza y contra el derecho internacional (quedándose de manera unilateral Crimea y el \'oblast\' de Jersón) y que quiera elegir quién es el presidente de Ucrania y quién puede presentarse a las elecciones, «cuando ellos mismos (en Rusia) no lo hacen», apunta Rautio.Más defensa en EuropaAnte esta amenaza, los tres países llevan años defendiéndose y preparándose. Suecia y Finlandia pusieron fin a años de neutralidad y pasaron a formar parte de la Alianza Atlántica. Por su parte, Estonia es el segundo país que más invierte en la OTAN, después de Polonia, con un 3,4% de su PIB: « Tenemos ante nosotros una amenaza existencial y hay que poner sobre la mesa las prioridades», comenta Hjelmborn. Los tres han sido objetivos de amenazas y ataques rusos, por eso tienen claro que Putin no se va a conformar «sólo» con Ucrania si sale ganador de esta guerra. Ahí es donde juegan un papel clave Europa y la OTAN.«Europa tiene que mostrarse unida y debe tomar más responsabilidades» (Andres Rundu, embajador de Estonia) IGNACIO GIL«Europa tiene que mostrarse unida debe y tomar más responsabilidades. Hay que acordar cómo seguir ayudando a Ucrania», dice el embajador de Estonia. Sin embargo, esa unidad no se vio a principios de semana, cuando Emmanuel Macron convocó una reunión informal con varios países para hablar de Ucrania y a la que ninguno de estos tres Estados fue invitado. «En el formato de París era importante que los países que tenemos frontera con Rusia estuviéramos involucrados», comenta la representante de Finlandia. No obstante, preguntados por su ausencia en la primera cumbre (al día siguiente se convocó otra en la que sí estaban invitados), los tres embajadores respondieron lo mismo: Dinamarca, país que sí acudió, representaba a los países nórdicos y bálticos en la reunión. «Los países nórdicos y bálticos estamos cooperando desde los años 90 y estamos muy alienados con nuestras posiciones. Dinamarca estuvo en la reunión y trasladó nuestro mensaje», explica Hjelmborn.Ahí, una vez más, se demostró la cooperación tan estrecha que estos países tienen, y que la Unión Europea desea, pero parece casi imposible que la consiga. La reunión en París no acabó con una declaración conjunta entre los países tras no llegar a un acuerdo sobre el envío de una misión de paz. Suecia fue el primer país en sumarse a la iniciativa del Reino Unido para mandar fuerzas militares de paz a Ucrania. Esta propuesta generó cierta disidencia. Lo tildaron de «precipitado» e incluso el propio embajador sueco afirmó que se trata de una propuesta, la cual solo podrá ponerse sobre la mesa cuando se llegue a un alto el fuego. «No podemos hablar de enviar fuerzas a Ucrania sin que haya un alto el fuego y sin saber qué misión tienen que cumplir estas fuerzas», explica el embajador de Estonia.La llegada de un alto el fuego en Ucrania es primordial, pero la cuestión es cómo hacerlo. No sentó nada bien que en Riad solo estuvieran Washington y Moscú. «No se puede hablar de Ucrania sin Ucrania y no se puede hablar de la seguridad europea sin Europa en la mesa», repiten los embajadores.Otro tema espinoso que tiene dividido al bloque comunitario es el presupuesto en defensa. Pocos países llegan al 2% que se acordó hace ya diez años como meta para el 2024. «Europa tiene que hacer sus deberes», repite en más de una ocasión la embajadora finlandesa. «No hemos invertido lo suficiente en defensa. El compromiso de los aliados era claro: llegar al 2%, pero muchos países no lo han alcanzado. Estados Unidos no puede cubrir la mayoría de gastos en defensa», continúa. Esta es la principal exigencia de la Administración Trump con los aliados. Aún más ahora, que se habla de incrementar hasta el 3% el gasto en defensa de cada país miembro.Un ejército europeoCómo financiar la seguridad en Europa parece la tarea más complicada, sobre todo si ahora se habla de poner en marcha un ejército europeo. Existen diferentes percepciones de las amenazas entre los miembros, algunos impulsados por cálculos políticos y por temores de escalada, que hacen dudar en cómo comprometerse plenamente. Y la formación de unas fuerzas armadas europeas, como pidió esta semana el presidente ucraniano, también suscita controversias. «Primero tenemos que definir lo que es un ejército europeo, porque los estados europeos hemos construido una defensa común en el marco de la OTAN, no de la UE», puntualiza la embajadora finlandesa. «Hace algunos años, nuestra posición era que la seguridad se garantiza a través de la OTAN, pero ahora no es tan evidente. Si se llega a un acuerdo, Estonia no se quedará fuera del ejército», comenta su embajador. Todo dependerá de la postura que tome ahora Estados Unidos, otro elemento que se ha convertido en punto de discordia. La vuelta del republicano a la Casa Blanca ha provocado un auténtico tsunami al que los nórdicos han respondido. ¿Cómo afrontar este tipo de relaciones? «Hay que tratar de mantener la calma y tener la cabeza fría. Casi a cada hora está cambiando la actualidad y no podemos fijar nuestra política de defensa a través de las redes sociales. Tenemos que enfocarnos en lo que Europa y Ucrania necesita en estos momentos», señala el embajador sueco en España. Hjelmborn se refiere a los anuncios y los mensajes publicados por Trump durante toda esta semana. «Estamos en una nueva era con la Administración americana, el estilo es distinto y quizá los objetivos también sean distintos. Lo que está claro es que en este Gobierno (el de Trump), su objetivo siempre es el interés propio y es la lógica que guía sus negociaciones», comenta Sari Rautio.Europa parece tener claros sus intereses: ayudar y proteger a Ucrania para protegerse a ella misma . «La cuestión clave es cómo hacerlo, pero creo que llegaremos a algo. En eso confía el embajador sueco: «Europa siempre ha respondido en los momentos difíciles».