Una encrucijada nos interroga, nos atraviesa de lado a lado para volver a ponernos en el mismo lugar de hace un año. ¿Qué hacer ante la curva ascendente de casos de Coronavirus? Se entiende que la economía está en sus peores signos de crecimiento, algo arrastrado de la gestión presidencial anterior a la actual.
Corrientes sigue en medio de uno de sus peores brotes pandémicos desde hace más de un año. Hasta este domingo suman seis localidades en Fase 3 sanitaria y lo que exhibe un panorama más desalentador es la lentitud en el plan de vacunación provincial. La pregunta en ese caso es: ¿Hay un plan determinado de vacunación?
Las escenas vistas este último viernes en el polideportivo del Barro Mil Viviendas, centenares de abuelos esperando desde las 7 de la mañana para ser vacunados. No es la forma, no pude haber tanto mal trato con el agravante del contexto pandémico.
Es necesario mejorar y dinamizar la inmunización de correntinos y correntinas en toda nuestra geografía. Ya no hay más excusas. Las vacunas están llegando a Corrientes enviadas por el Gobierno Nacional desde hace semanas en diferentes cantidades por lotes.
No se puede seguir no haciéndose cargo de la situación y no se puede entender por qué provincias vecinas: Chaco, Misiones; ya superaron el porcentaje de vacunados con respecto a Corrientes. Tenemos casi la misma cantidad de habitantes y las mismas condiciones geográficas. No hay una explicación que no sea la de mala praxis gubernamental por parte del Gobierno de la Provincia de Corrientes.
Se cumplió además el pasado jueves un mes del escandaloso episodio de las vacunas que eran trasportadas por el ministro de Salud Pública, lamentablemente seguimos sin saber qué pasó. Si es normal que esas medicinas sean llevadas como delivery por parte de un ministro de la provincia. ¿Para qué se contrató entonces a una droguería a la cual se le paga casi dos millones de pesos mensuales para almacenar y trasladar las vacunas?
Y el otro capítulo en todo esto es el comportamiento de la ciudadanía. Debemos ser responsables y entender que la situación es complicada. No podemos vivir como lo hacíamos hace más de un año atrás. El paradigma de la humanidad está en pleno cambio por esta pandemia que, además, está lejos de culminar.
Si no somos capaces de comportarnos correctamente para cuidar al prójimo no habrá sistema sanitario organizado que pueda salvarnos.
Por eso, si no es necesario desde lo laboral o económico salir, quedémonos en casa porque esta pesadilla, también pasará. Bueno domingo a todos.