El próximo mes estaremos a mitad de año. El tiempo es fugaz y suelen decir que otro tanto tirano. En seis meses más habremos concluido el presente año e ingresaremos a un período que es electoral: se deberá elegir nuevo Presidente, gobernadores, legisladores, intendentes y concejales.
Por qué ésta apreciación sobre la temporalidad del tiempo. Porque al parecer vivimos un eclipse total de gestión. La sociedad asiste a un espectáculo de desinterés por parte de quienes administran la cosa pública, el Estado, el erario de todos.
Este año debería ser meramente de gestión alejado de las rencillas políticas y sobre todo por el complejo momento que se vive en el país y en la provincia. La cuestión económica y la caída estrepitosa del poder adquisitivo de la gente, es alarmante. Se puede decir tranquilamente que estamos ante una emergencia nacional.
Sin embargo, la comunidad asiste impávida, a la constante y sistemática pelea y berrinche por cuestiones electorales. Puntualmente por candidaturas y espacios de poder en disputa, a un año de las elecciones. Mientras todo se va por la borda funcionarios de máxima responsabilidad en el Estado nacional, provincial y municipal, todo el tiempo hablan de qué cargos desean ocupar.
No está mal hacer política porque es la forma de cambiar la vida de la gente, de la comunidad, pero que todo el tiempo se use en discusiones o peleas por cargos o candidaturas eclipsa lo fundamental. La gestión.
Funcionarios y funcionarias todo el tiempo hablan de qué lugar le sería más conveniente ocupar a ellos y al espacio político al que representan. Al Presidente de la Nación todo el tiempo le hablan de un asedio político. En la provincia el Gobernador gran parte de sus declaraciones apunta a mejorar la performance de su espacio partidario. No está mal, pero el pasado viernes privilegió eso ante una cumbre de gobernadores de la región con funcionarios nacionales. Está más afuera que en la provincia. ¿Y la gestión? Otra vez el eclipse de gestión. Y siempre estamos hablando de hacer frente a un atraso estructural de nuestra Corrientes.
¿Un ejemplo? Este fin de semana no hubo partidos de la Liga de Fútbol porque llovizna. Los campos de juegos no están en condiciones tras dos jornadas lluviosas. Imaginarse cómo deben estar los caminos rurales, debe ser una verdadera aventura.
A eso apuntamos cuando decimos que hay un eclipse de gestión. Remarcar que la tarea política y partidaria no está mal, al contrario, hay que hacerla. Lo que no es correcto es utilizar un espacio de responsabilidad gubernamental concedido por la comunidad, para privilegiar esas cuestiones partidarias y personales.