En EE.UU. se duplicó en la última década la proporción de pacientes que usa extracto de tiroides desecada (DTE). En Argentina, especialistas advierten por desinformación vinculada a la alimentación.
Pequeña y con forma de mariposa, desde la parte delantera del cuello, donde se sitúa, la glándula tiroides produce hormonas que controlan buena parte de las funciones más importantes del cuerpo. Que produzca más (hipertiroidismo) o menos de lo normal (hipotiroidismo) se asocia a múltiples síntomas que incluyen desde dificultades para aumentar o bajar de peso, irritabilidad o cansancio, caída de pelo, cambios en la piel y las uñas, pérdida de deseo sexual. En esos casos, el tratamiento es fundamental para regularla. Pero no cualquiera.
En Estados Unidos, se duplicó en la última década el número de pacientes que usa extracto de tiroides desecado (DTE) en lugar de la terapia de primera línea con levotiroxina, según detectó un relevamiento presentado en el último congreso de la Endrocrine Society (ENDO 2023). También este año la FDA emitió un comunicado de advertencia al respecto.
Consultados por Clarín, especialistas argentinos alertaron sobre mitos y desinformación que circula en redes sobre tratamientos alternativos, opciones "naturales" y dietas para el tratamiento de las enfermedades de la tiroides que no cuentan con evidencia de seguridad y eficacia y que exponen a diferentes riesgos a los pacientes.
Levotiroxina para el hipotiroidismo
La tiroides produce las hormonas triyodotironina (T3) y tiroxina (T4). Su disfunción más común es el hipotiroidismo: millones de personas no producen suficiente hormona tiroidea para satisfacer las necesidades de su organismo.
No solo se trata de un problema frecuente (que afecta más a las mujeres), sino que se diagnóstica fácil y cuenta con un tratamiento conocido, accesible y eficaz basado en reemplazar la hormona que el cuerpo no produce con comprimidos de T4 producidos en forma sintética, la levotiroxina, uno de los medicamentos más prescriptos a nivel mundial.
El regreso de la tiroides desecada
El estudio presentado en el congreso ENDO en junio halló que entre las recetas de hormona tiroidea para pacientes recién diagnosticados, las de DTE aumentaron del 5,4% en 2010 al 10,2% en 2020, en Estados Unidos. El crecimiento sorprendió a los investigadores, que obtuvieron la información de una gran base de datos de seguros de salud.
"Es significativo porque los resultados de salud a largo plazo de estos tratamientos no son tan conocidos como los de la levotiroxina", afirmó Matthew Ettleson, de la Universidad de Chicago en Illinois, líder del trabajo.
"Es importante que los médicos y los investigadores controlen cómo estas decisiones de tratamiento afectan la salud y la calidad de vida de los pacientes", subrayó.
En abril, la Administración de Alimentos y Medicamentos de ese país (FDA, por sus siglas en inglés) emitió un comunicado advirtiendo que "las terapias más antiguas no son necesariamente mejores para el reemplazo de la hormona tiroidea".
En el documento, la agencia sanitaria explica que las primeras versiones de medicamentos con hormona tiroidea se fabricaban a partir de las glándulas tiroideas de cerdos o vacas y enfatiza que ese tipo de productos no cuenta con aprobación regulatoria.
Pese a que desde hace décadas existen fármacos elaborados mediante síntesis química en laboratorios (la levotiroxina), "algunas personas siguen utilizando productos no aprobados fabricados a partir de fuentes animales", advirtió la FDA. En ese país se comercializan bajo los nombres Armour Thyroid, NP Thyroid, Nature-Throid y Natural Thyroid, entre otros.
"La FDA ha animado a los fabricantes de medicamentos no aprobados a solicitar su aprobación, tal como exige la ley, velando por el interés de los pacientes", informó la agencia y recordó que el proceso de autorización de medicamentos "ayuda a garantizar que sean seguros y eficaces para su uso previsto".
Mientras que los no aprobados "plantean riesgos porque la FDA no ha revisado su seguridad, eficacia o calidad antes de que lleguen a los pacientes".
"Los problemas de fabricación y calidad, las retiradas del mercado y los problemas de suministro son comunes en los medicamentos que contienen DTE", sumó la agencia regulatoria estadounidense.
Erika Abelleira, médica de la sección Tiroides del Hospital de Clínicas José de San Martín (que integra la Red de Hospitales de la UBA), recuerda ver casos de pacientes que tomaban extracto de tiroides en sus primeras prácticas clínicas en consultorios de endocrinología, hace más de 15 años.
"Lo veíamos. Usaban extracto desecado de glándulas tiroides de diferentes animales, principalmente cerdos. El paciente venía a la consulta y te decía 'en lugar de tomar levotiroxina estoy tomando este extracto que me dieron'", contó a Clarín.
La endocrinóloga María Belén Zanchetta, directora médica del IDIM, y Fernando Jerkovich, integrante al igual que Abelleira del Grupo de Tiroides de la Sociedad Argentina de Endocrinología y Metabolismo (SAEM) coinciden en que no registran en la actualidad el uso de extracto de tiroides entre sus pacientes.
Tiroides, medicina alternativa y opciones "naturales"
Abelleira, no obstante, teme por un potencial resurgimiento a nivel local de estas opciones impulsadas por el auge de las medicinas alternativas, la búsqueda de soluciones "naturales" y de la desinformación que circula en redes y sitios de internet principalmente.
De hecho, en un artículo de Medscape, al tratar de encontrar explicación al sorpresivo y rápido crecimiento del uso de DTE en Estados Unidos, Ettleson hipotetizó que puede deberse a "la existencia de materiales en línea que digan cosas negativas sobre la levotiroxina, de modo que las personas que recién empiezan a conocer sobre el hipotiroidismo ya podrían estar preparadas para pensar en tratamientos alternativos. Mientras que algunos pacientes pueden considerar que el DTE es más 'natural' que la levotiroxina".
A diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos, donde los productos desecados de tiroides están disponibles con varias marcas comerciales, en nuestro país se utilizan en forma irregular en preparaciones, suplementos dietarios y compuestos homeopáticos.
"Hay médicos que trabajan con ciertas farmacias donde hacen preparados y a veces el mismo preparado tiene algo para el colesterol, para la hipertensión, para la tiroides. El paciente no sabe ni qué está tomando. Te trae el frasquito que no dice qué tiene. O sea, toma cuatro comprimidos por día y vos nunca sabés qué es lo que toman en esos cuatro comprimidos por día", advierte la médica.
Están también quienes durante un tiempo abandonan los controles médicos y regresan después de un tiempo, "porque no les funcionó lo alternativo y terminan volviendo re hipotiroideos".
Hipotiroidismo: los riesgos de dejar el tratamiento
La levotiroxina sintética se expende en comprimidos de diferentes dosis, que son prescriptas de acuerdo al peso corporal y la situación clínica del paciente, que se controla periódicamente mediante análisis de laboratorio.
Cuando la persona con trastorno de tiroides abandona el tratamiento y el seguimiento, y recurre a alternativas como el DTE o preparados varios, pone en riesgo su salud.
"Una persona que no está correctamente medicada puede persistir hipotiroidea en el tiempo, lo que trae implicancias cardiovasculares y cerebrales, entre otras, porque las hormonas tiroideas tienen incidencia sobre toda la actividad metabólica organismo", señaló Abelleira.
Al desconocer qué toma y en qué dosis, también puede ocurrir que consuma más de lo que necesita. "Puede ser que esté ingiriendo un exceso, lo que la lleva al otro extremo, que es el hipertiroidismo, y que tiene complicaciones a nivel cardiovascular y en la mujer postmenopáusica a nivel óseo puede traer fracturas y osteoporosis."
El embarazo es un estado especialmente delicado. "Durante las primeras 12 semanas, el feto depende de la hormona tiroidea de la madre y si la madre no está bien reemplazada está en riesgo el desarrollo embriológico del cerebro", precisó la médica.
Hipotiroidismo y dietas sin gluten
Las endocrinólogas consultadas también llaman la atención por las falsas promesas que circulan vinculadas a la alimentación.
"Hay personas que venden algún tipo de dieta con la cual les prometen a los pacientes dejar de tomar la levotiroxina y se la suspenden sin control médico", advirtió Zanchetta.
"Tengo pacientes que leyeron que nunca más tienen que comer gluten porque de esa forma se van a curar del hipotiroidismo y sobre eso no hay nada comprobado. No hay nada ninguna dieta comprobada científicamente que te cure el hipotiroidismo -enfatizó Abelleira-. Otros que toman té de cúrcuma porque se lo recomendó la vecina."
"Sí se sugiere que la dieta tenga buen aporte de yodo, pero no es necesario dejar de comer gluten ni lácteos. Y hay que evitar los ultraprocesados por la salud general del organismo", añadió.
Zanchetta subraya la importancia de no hacer ningún cambio sin consulta o supervisión médica. "He acompañado a personas que intentaron reemplazar la suplementación hormonal con alimentos o dietas específicas. Acordamos que se realicen análisis de sangre en un laboratorio confiable y de esa manera pudimos tener certeza de si esa conducta sirve o no", comentó.
Y enfatizó que "las decisiones sobre un tratamiento siempre se aconseja que tengan el aval de un resultado de laboratorio que confirme o descarte. No tomamos decisiones solo basado en las sensaciones o síntomas, tenemos que confirmar, para no equivocarnos".
"Los pacientes a veces buscan una cura y el hipotiroidismo no se cura, es una enfermedad crónica que necesita reemplazo con levotiroxina de por vida", destacó Abelleira y concluyó que "hay que concientizar que el tratamiento tiene que ser con la hormona sintética y que los controles deben hacerse con profesionales médicos". Clarín.