Este sábado se realizará un homenaje en memoria del ex presidente radical doctor Arturo Illia, al cumplirse un nuevo aniversario de su muerte, ocurrida el 18 de enero de 1983 cuando tenía 83 años de edad. El acto, que se llevará a cabo a las 10 en la intersección de avenida Illia y Presidente Roca, está organizado por la Fundación Arturo Illia, FAI Rosario, con el acompañamiento de la Juventud Radical de Santa Fe y el Comité de la UCR de Santa Fe.

La salud como prioridad

“Defenderemos la salud del ser humano en todos los ciclos de su existencia, con suficiente y sana alimentación, erradicando endemias y previniendo epidemias, aplicando científica y moderna medicina social, sanitaria y asistencial”. Así se expresaba Illia en su mensaje de asunción presidencial.

Sin dudas, la salud fue una de sus grandes preocupaciones. Durante más de 30 años había ejercido la medicina en la ciudad cordobesa de Cruz del Eje, donde la mayoría de los habitantes lo catalogaban como el “apóstol de los pobres” por su dedicación a los enfermos con menos recursos. Podía a viajar a caballo varios kilómetros para llevar medicamentos a quienes no podían adquirirlos.

Con 27 años, recibió el título de doctor en Medicina y fue entonces que se estableció en esa ciudad, donde se lo podía ver cabalgando kilómetros o caminando día y noche para llegar allí donde necesitaran de sus servicios de médico o de su palabra de aliento. En dicha ciudad ejerció su profesión y vivió hasta 1963, llegando a ser senador provincial, presidente de la comisión de presupuesto y hacienda, impulsando la proyección de emprendimientos de la envergadura de represas y diques.

Presión desde distintos sectores

Durante su gestión debió hacer frente a múltiples presiones: no solo fue presionado desde sectores del sindicalismo, las Fuerzas Armadas o partidos políticos, también fue hostigado por sectores de la prensa, en la persona de los periodistas Mariano Grondona y Bernardo Neustadt, quienes se burlaban del presidente utilizando el apodo La Tortuga, acusándolo de endeble y débil.

Lejos de esa imagen burlona e incierta, el entonces Presidente Illia, era un denunciante de las políticas que consideraba perjudiciales de los intereses y necesidades nacionales. Algunas de las más importantes leyes aprobadas durante su gestión fueron la ley 16.459, que sentó las bases del salario mínimo vital y móvil y la ley 16.462 sobre medicamentos (también conocida como ley Oñativia).

Illia asumió la Presidencia de la Nación entre el 12 de octubre de 1963 y el 28 de junio de 1966, cuando un golpe de Estado encabezado por el general Juan Carlos Onganía lo derrocó. Despojado de bienes materiales, se retiró de la presidencia de la Nación con menos capital del que contaba al asumir el cargo.