Con la participación de funcionarios municipales e integrantes de la Asociación Belgraniana se tributó honores al otro gran prócer del nacimiento de la Nación, uno de los artífices de la lucha emancipadora del territorio, el general Martín Miguel de Güemes, al cumplirse este 17 de junio los 202 años de su Paso a la Inmortalidad por ser así uno de los primeros patriotas en hacer suya la causa revolucionaria y luchar sin descanso por ella, fecha en la que además se estableció en el país como el Día Nacional de la Libertad Latinoamericana.
En representación de la Asociación Belgraniana se refirió a la fecha el profesor Patricio Cattay, quien destacó del «gaucho de Las Yungas», su «porte sencillo y formal, hecho de una integridad inconmensurable. Nacido en Salta el 8 de febrero de 1785, dio comienzo a su largo viaje para defender a la Patria con «la paz y pertinacia del runa simi que se eleva en los cerros». (Runa simi: nombre original del idioma quechua, que en castellano se traduce en «idioma de la gente»).
Recordó que «a los 14 años de edad ingresó como cadete a la Compañía del 3° Batallón del Rey y su corazón bravío como el palo santo, lo llevó montado en su caballo hasta las aguas del Guaray comandando el pelotón de Húsares de Pueyrredón para obligar a la Justina, navío inglés, a rendirse, pues había encallado en el puerto de Buenos Aires, defendiendo así a la Patria, con la bravura de las fieras americanas, de las invasiones inglesas que intentaban nublar el cielo del Inti que emergería posteriormente entre los celestes y blancos de nuestra Bandera».
«Héroe reconocido como General en Jefe del Ejército del Norte por el capitán José de San Martín, en gran gesto de admiración patriota para este gaucho argentino que cumplía todos los requisitos para serlo, ya que colaboró con su plan estratégico continental para detener la avanzada realista en el Norte», resaltó y agregó que en 1814, «el alma verde del Tuscal le dio el temple agreste de su flora nativa y derrotó a Saturnino Castro, atajando así a la oleada realista en Salta».
Señaló entonces que «su amor a la Patria y a sus semejantes hizo que el pueblo en asamblea popular lo eligiera como Gobernador de Salta, mas su figura se levanta gracias a su histórica valentía», de cuya personalidad además rescató que fue «líder empático que supo proteger con su solidaridad, cual ceibo rosado a los colibríes que libran su néctar, a los huérfanos, necesitados y viudas, legítimos hijos segregados de la desigualdad social, tan común hasta nuestros días».
Apuntó luego que «la traición hizo brotar su sangre color afelandra salteña el 17 de junio de 1821, exclamando con su último aliento: ‘Voy a dejarlos, pero me voy tranquilo, porque sé que tras de mí quedan ustedes, que sabrán defender la Patria con el valor del que han dado pruebas'».
«Martín Miguel de Güemes, con voces nativas y juramentos ancestrales de ‘Los Infernales’, te honramos en este día con la admiración de quienes nos sentimos hijos de esta Patria argentina que busca mantener la unión y la libertad».
Del discurso, cabe precisar sobre las expresiones utilizadas por el profesor Patricio Cattay de la lengua hablada en el Noroeste del país, como que Las Yungas es un área geográfica; Runa simi: nombre original del idioma quechua del que ya se explicó; Guaray: en este caso en nombre guaraní del Río de la Plata; Inti: Dios sol en quechua.
Pese a ser una de las figuras señeras de la libertad e independencia argentina, el héroe norteño aún recibe tímidos homenajes a escala nacional, a diferencia de San Martín y Manuel Belgrano, con quienes sin dudas, comparte de hecho el bronce común de ser padres de la Patria.