El Negro quedó conforme tras el empate con Defensa y Justicia, pero analiza una variante clave para jugar el domingo en el Sur. Además, Benedetto no se entrenó esta mañana por un cuadro febril y será evaluado en los próximos días.
Boca volvió hoy a los entrenamientos tras el empate del pasado lunes contra Defensa y Justicia en la Bombonera, y con la mira puesta en el partido con Banfield, del próximo domingo en el Sur, por la fecha 7 de la Liga Profesional. Y el regreso al predio de Ezeiza contó con una mala noticia: Darío Benedetto encendió las alarmas al presentar un cuadro gastrointestinal que lo obligó a dejar el predio sin poder trabajar junto a sus compañeros.
El Pipa llegó a Ezeiza con un malestar estomacal -además de alguna línea de fiebre- y en tanto el cuerpo médico prefirió que vuelva a su casa para descansar e intentar recuperarse cuando antes, teniendo en cuenta que el fin de semana el conjunto de La Ribera visitará el Sur.
Para ese partido, Hugo Ibarra evalúa tocar el equipo con la vuelta de Ezequiel Fernández -quien cumplió con el Halcón con la fecha de suspensión por su expulsión con Vélez-, lo que también podría derivar en un cambio de esquema.
Si el Negro decide su ingreso dejaría el 4-3-3 para volver al 4-4-2. De esta forma perdería su lugar uno de los puntas: Darío Benedetto, de recuperarse bien del malestar (será evaluado con el correr de los días), es una fija para seguir en el once; y entre los dos que van por afuera, Sebastián Villa le ganaría la pulseada a Luca Langoni para continuar de titular.
Briasco, un dolor de cabeza para las próximas semanas en Boca
Norberto Briasco, autor de un golazo contra Platense en esta Liga Profesional, fue convocado por la selección de Armenia para disputar un amistoso en la próxima fecha FIFA y podría perderse el debut en Copa Argentina contra Olimpo de Bahía Blanca, si se confirma el juego para la última semana de marzo.