La sequía extensa causa estragos en los cauces de la provincia. A la altura de Mantilla, una de las cuencas del Río Corriente deja ver el desastre causado por la bajante.

Los ríos correntinos acusan cada vez más la falta de lluvias, hoy con niveles que dejan en evidencia un impacto pocas veces visto en la fauna íctica y generan alarma en los habitantes del interior provincial.

Los últimos días, el nivel del Arroyo Batel a la altura de Mantilla, dejó ver una postal lamentable por la impresionante mortandad de peces.

La situación meteorológica en la zona, como en todo el territorio provincial, es factor determinante para ver hoy un cauce de normal caudal importante con apenas unos pocos centímetros de agua en varios puntos.

“La verdad que da mucha tristeza. Los vecinos de la zona del Batel ven esta postal lamentable ya de un tiempo a esta parte. La impresionante cantidad de peces muertos por la falta de agua da señales de lo grave de la situación”, explicó el periodista Pedro Amarilla desde la localidad de Mantilla.
La situación se agudizó en pocos días, y dejó ver puntos de los esteros del Batel casi sin agua.

“Si bien el nivel del cauce ya estaba por debajo de lo normal, en menos de una semana comenzaron a verse imágenes cada vez más drásticas de la situación. A 12 kilómetros de Mantilla, hay un punto en el que se evidenció la mayor cantidad de mortandad de peces. Bogas, dorados y surubíes de gran tamaño quedaron en la arena o en un hilo de agua”, relató Amarilla.

El Arroyo Batel forma parte de la cuenca del Río Corriente y, al igual que el Batelito y Carambolas, acusa el déficit hídrico que presenta ya desde principios de año el Río Paraná. Los repuntes en el nivel de estos caudales fueron mínimos en los últimos meses, pero, de un tiempo a esta parte, la situación en bajante se agudizó.

“En el canal hay partes que tienen menos de un metro. En otros hay un hilo de agua. La variante en el nivel, siempre descendente, es diaria; una situación desesperante”, señaló Amarilla.