Es usual que, para fin de año, tanto el Estado como algunas empresas privadas repartan cajas navideñas a sus empleados. Las mismas incluyen bebidas espumantes, pan dulce y algunos otros productos para le mesa de brindis. Sin embargo, la austeridad le ganó al espíritu de la Navidad.
En la Casa Rosada no llegará Papá Noel y todo se debe a una insólita causa: La Secretaría General de Presidencia decidió a último momento prepararlas.
Curiosamente, así como con la obra pública, las cajas navideñas deben ser llamadas a licitación. Hace pocas semanas, en noviembre, habían presentado un pliego para licitar la compra de 3204 cajas. La oferta resultó "desierta" y no se la renovó.
La licitación fue recién el viernes pasado. Se pedía que las unidades contuviesen una sidra Etiqueta Blanca; un Ananá Fizz, un vino tipo, un pan dulce y dos budines; una garrapiñada y dos turrones. No prosperó: "No se presentaron oferentes, y ante la falta de voluntad para entregar las cajas, no se volvió a abrir el pliego", aseguraron fuentes de Presidencia.