Un productor de quesos italiano de 74 años falleció el domingo luego de ser aplastado por 25 mil hormas de aproximadamente 40 kilos cada una tras romperse la estantería donde estaban ubicadas.



Autoridades del cuerpo de bomberos de la ciudad de Bérgamo aseguraron que estuvieron alrededor de 12 horas con trabajos de rescate antes de encontrar a la víctima en el comercio del hombre.

Además, detallaron que tuvieron que mover las hormas de queso y las estanterías de metal de manera manual que estaban el piso de la despensa ubicada en la ciudad Romano di Lombardia, al sur de Bérgamo.

La víctima fue identificada como Giacomo Chiapparini, y fueron los familiares de esta persona quienes llamaron a las unidades de rescate luego de escuchar el estruendo el domingo alrededor de las 21 horas.

De este operativo, que fue calificado como “compleja”, participaron 21 unidades de rescate y cuerpos de bomberos de las ciudades de Bérgamo, Treviglio, Romano y Dalmine, según especificaron los medios italianos.

Según la reconstrucción de los hechos, el hombre de 74 años se encontraba solo en el depósito donde guardaba las hormas de queso que estaban en proceso de curación, cuando se cayó un primer estante desde el techo y se produjo una avalancha en la que no pudo salir el dueño del lugar.

Una de las principales hipótesis es que se produjo una falla en el sistema que permite mover las ruedas de queso y produjo el derrumbe, cuando el dueño de la quesería había entrado para revisar un robot que daba la vuelta y limpiaba los quesos.

El proceso de producción del queso

El fallecido era productor del queso Grana Padano, que se parece al parmesano y es muy popular en el norte de Italia, y habían comenzado con la producción en la empresa Chiapparini Giacomo S.S. Società Agricola desde el año 2006.

Para lograr este tipo de queso, en la producción del lácteo se debe procesar la leche de los animales previo a poder comercializarlo. Según la familia del propietario, siempre han sido productores de leche, y el hombre trabajó durante años con su padre y sus dos hermanos como socio antes de establecerse por su cuenta.

Giacomo Chiapparini se separó de sus hermanos en el año 1977 y comenzó vendiendo la materia prima a las grandes empresas de transformación, hasta establecer la empresa que cuenta con varios establos, almacenes, la quesería, el almacén de maduración, la tienda, la oficina, la sala de ordeño y las viviendas de la familia.