En medio del drama ocasionado por la creciente del Río Paraná, la gestión municipal de la Ciudad de Corrientes, exhibe una escasa gestión de ayuda y asistencia a los afectados. La semana pasada, por X (antes twitter), pidió a los inundados: “Aquellos vecinos que tengan inconvenientes podrán acercarse a dichos espacios municipales o solicitar asistencia a través de la línea gratuita 147”. No hay una intervención directa en las zonas ribereñas afectadas. Hasta ayer, oficialmente en toda la provincia la cantidad de personas evacuadas era de 873.
La gestión municipal de la ciudad de Corrientes, administrada por el intendente radical, exhibe una escuálida gestión en la asistencia a familias afectadas por la creciente del Paraná.
Se trata de grupos familiares vulnerables socialmente. Sin recursos para poder moverse y además, no quieren abandonar las pocas pertenecías que poseen porque temen saqueos.
La semana pasada la administración comunal por X (antes twitter) pidió a los afectados: “Aquellos vecinos que tengan inconvenientes podrán acercarse a dichos espacios municipales o solicitar asistencia a través de la línea gratuita 147”
También, siempre por la red social, informó sobre el acondicionamiento de algunas delegaciones comunales en la ciudad de Corrientes. “Dispusimos el Centro Integrador Comunitario -CIC- del Anahí y el Dispositivo Territorial Comunitario -DTC- del barrio Independencia con asistencia sanitaria y alimentaria para evacuados”.
Antecedente de reclamos
Un dato contundente de la desidia en gestión municipal es lo ocurrido el pasado 30 de octubre durante la última tormenta acaecida sobre la capital de la provincia. Fenómeno con ráfagas de viento de hasta 50 kilómetros por hora.
Vecinos y vecinas reclamaron por los medios de comunicación que estaban aislados, debido a que toda la zona del Barrio Pirayuí quedó anegada tras la lluvia.
Lo dramático es que algunas familias con niños discapacitados, necesitan salir para concurrir a los hospitales y no ni siquiera los remises ingresan debido al mal estado de las calles de tierra.
Además, hay problemas estructurales de hace casi 10 años: no fueron hechas las extensiones de líneas eléctricas ni de agua potable.