Irán está dispuesto a detener el incremento en las reservas de uranio enriquecido tras la visita a Teherán de Rafael Grossi, director general del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), institución vinculada a la ONU. En un informe publicado por el organismo, ha informado sobre que Irán ha ampliado sus existencias de uranio enriquecido en 17,6 kg hasta alcanzar los 192,3 kg, según informa la agencia Reuters.Sin embargo, este isótopo estaría en un 60% de pureza, es decir, todavía por debajo del grado militar, cuyo valor oscila en torno al 90%. Aunque, señalan fuentes consultadas por la agencia, no tendrían muchas dificultades para alcanzar dicho porcentaje, lo que permitiría la proliferación de bombas atómicas, unas cuatro según reza el informe.Teherán, que había impulsado su capacidad nuclear desde verano, se postula ahora a detener dicho incremento a modo de disuasión de unas nuevas sanciones provenientes de Alemania, Francia y el Reino Unido, quienes albergan serias preocupaciones respecto a este movimiento y, además, han condenado la falta de cooperación de Irán en materia nuclear.Noticia Relacionada estandar Si Irán quiere volver a la negociación nuclear para que Israel no ataque sus centrales Mikel Ayestaran El director de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), Rafael Grossi, visita Teherán en plena tensión por las guerras de Gaza y el LíbanoEl ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Araqchi , dijo a su homólogo francés, Jean-Noel Barrot, que la presión de Francia, Alemania y Reino Unido para presentar una resolución contra Teherán «complicaría las cosas» y contradeciría la «atmósfera positiva creada entre Irán y el OIEA».De hecho, la república islámica había dificultado la llegada de diversos inspectores expertos en enriquecimiento, lo que había supuesto «un golpe muy serio» a la capacidad de trabajo del OIEA en Irán, en palabras de la organización. Grossi ha tratado de persuadir al presidente iraní, Masoud Pezeshkian , para zanjar el enfrentamiento con el OIEA y poder supervisar así el programa nuclear de Teherán.Por otro lado, Irán ha sido sancionada recientemente por haber suministrado armamento a Rusia en el marco de la guerra en Ucrania. Desde el anuncio del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, hasta aquellas promulgadas por la Unión Europea y el Reino Unido. El portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán , Esmail Baqaei , condenó «enérgicamente» las medidas y sentenció que «se basan en pretextos falsos e infundados». La idea bajo esta nueva oleada de sanciones es la de presionar a Teherán para obstaculizar su programa nuclear.La región tampoco está exenta de problemas. «El espacio para la negociación y la diplomacia no está aumentando, está disminuyendo», advirtió Grossi tras la ofensiva israelí en Irán la semana pasada que alcanzó una planta nuclear. Este hecho supuso un duro golpe para la república islámica en cuanto al programa de desarrollo nuclear, lo que incentivó la escalada del conflicto.Asimismo, la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca abre la puerta a un nuevo horizonte, aunque ya conocido. El magnate estadounidense podría endurecer las sanciones como ya hizo en su primera etapa como presidente de Estados Unidos, lo que supondría un quebradero de cabeza más para Teherán. De la misma manera, el presidente electo, conocido por su alineamiento con Israel y su primer ministro, Benjamín Netanyahu; podría poner a Irán en mayores problemas si finalmente le otorga la cooperación prometida en la campaña de las elecciones presidenciales el pasado 5 de noviembre.