Una nueva protesta contra la ocupación y por el 52 aniversario del incendio de la mezquita Al Aqsa en la Franja de Gaza fue reprimida hoy por el ejército israelí, lo que terminó en un intercambio de disparos por un lado y bombas molotov por otro, y 42 heridos en total, entre ellos un niño palestino de 13 años en estado crítico que recibió un disparo en la cara.
"Cuarenta y un civiles resultaron heridos", informó Ministerio de Salud de Gaza, uno de los territorios internacionalmente reconocidos como palestinos y ocupados por Israel desde hace más de 50 años.
Por otra parte, el ejército israelí, en tanto, informó que uno de sus oficiales fue "gravemente herido" de bala en medio del intercambio de fuego, según el diario Haaretz, y luego justificó el uso de armas de fuego: "Las tropas en el área están listas para utilizar material antidisturbios, y si es necesario, balas del calibre 22".
A tres meses de la última escalada militar grave entre la dirigencia de Hamas, el movimiento islamista que controla Gaza, e Israel, el ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, calificó lo sucedido hoy como "acontecimientos extremadamente graves", según declaraciones a la televisión local, reproducidas por la agencia de noticias AFP.