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Japón vota en las elecciones más inciertas y fragmentadas de los últimos quince años

Japón celebra este domingo sus más inciertas elecciones generales en décadas. En Tokio , como en el resto del país, los ciudadanos acuden desde primera hora de la mañana a los colegios designados, pese a la lluvia intermitente, para depositar sus votos. Estos elegirán al próximo primer ministro nipón, ante una previsible fragmentación parlamentaria que augura un sustancial cambio de rumbo .Ahora bien: nadie diría que la capital acogía hasta ayer la recta final de una disputada campaña. Los actos políticos han escaseado, incluso los del primer ministro Shigeru Ishiba , quien este sábado realizó un último esfuerzo con siete apariciones en sendos mítines repartidos por la ciudad; intervenciones sosegadas ante varios centenares de espectadores, envidiable recordatorio de otro tiempo en el que la política suponía una materia inapetente ajena a sentimentalismos. Dichos eventos han tenido lugar, eso sí, entre estrictas medidas de seguridad para prevenir atentados como el que en junio de 2022 acabó con la vida de Shinzo Abe o el que en abril de 2023 trató de hacer lo propio con Fumio Kishida . Ishiba pronunciaba ayer su discurso en un parque del distrito de Shinjuku , por ejemplo, desde lo alto de una camioneta a una veintena de metros de distancia de la primera fila de asistentes, duplicados estos por la presencia de agentes de seguridad y supervisados desde las alturas por un helicóptero.Noticia Relacionada estandar Si Todos los japoneses se apellidarán Sato en 2531 Jaime Santirso El rechazo mayoritario a la obligación de que las mujeres adopten el apellido de sus maridos al contraer matrimonio destaca en el fin de la campaña electoralEn el exterior del Instituto Roppongi , uno de los puntos de votación del exclusivo barrio, los carteles se limitan a un tablón en el que los candidatos tienen asignados por ley varios espacios idénticos. En el interior, una de las supervisoras estima que la cantidad de votantes resulta de momento similar a la última convocatoria en 2021, clausurada con una participación del 55,97%. Las urnas, dispuestas a las siete de la mañana, permanecerán abiertas hasta las ocho de la tarde, y una hora después surgirán los primeros resultados parciales.El Partido Liberal Democrático (PLD) , que ha gobernado durante sesenta y cinco de los últimos setenta años tras la ocupación estadounidense posterior a la II Guerra Mundial , aspira a alargar su dominio reeditando la victoria lograda entonces por Kishida. Sin embargo, los sonados escándalos de corrupción –vinculados con la influencia de la Iglesia de la Unificación y, en especial, una trama de ingresos ocultos – que provocaron su retirada hace un mes lastran ahora las perspectivas de su sucesor, Ishiba, ganador por sorpresa de las votaciones internas de la formación conservadora .Un joven hace campaña por el primer ministro, Shigeru Ishiba, en uno de sus mítines en Tokio JAIME SANTIRSOEntre los descontentos se cuenta el señor Hayashi , un contable de 43 años quien, tras muchos años apoyando al PLD, en esta ocasión ha decidido otorgar su voto a la oposición, el Partido Democrático Constitucional (PDC) , encabezado por el antiguo primer ministro Yoshihiko Noda . «No quiero que gane el PDL, tienen un problema de corrupción y hay políticos en sus filas que aceptaron dinero sin declararlo. Eso me molesta, porque yo pago muchos impuestos», protesta. «A nadie le gusta pagar impuestos, pero sé que es nuestra obligación para que el Gobierno pueda llevar a cabo su labor. Ellos nos han traicionado».«La situación es extremadamente seria», advertía este sábado el primer ministro y principal favorito. «Estamos en el momento crítico para que los partidos en el poder seamos capaces o no de conseguir una mayoría»Estas quejas podrían provocar que el PLD perdieran la mayoría por primera vez desde 2009. Las encuestas, no obstante, sugieren que el PDC no estará en condiciones de conformar una alternativa parlamentaria pese a su sustancial aumento. El escenario más probable, por tanto, pasa por que el PLD se vea obligado a ampliar su coalición para incluir, además de a los budistas conservadores de Komeito , a los populistas de Nippon Ishin no Kai o a los centristas del Partido Democrático para el Pueblo . La respuesta, y el futuro que dibuje, es cuestión de horas.

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