El fiscal Carlos Arribas le comunicó la noticia a la familia de la víctima.
Julieta Mena (23), la joven asesinada a golpes en el partido bonaerense de Ramos Mejía, estaba embarazada de dos meses y medio. Así se lo hizo saber esta mañana el fiscal del caso, Carlos Adrián Arribas, a la familia de la víctima, en una reunión que duró más de dos horas.
Marcos Andrés Mansilla era el novio de Julieta y es el principal acusado por el asesinato. Las heridas y signos de violencia que presenta en ambos brazos lo comprometen. Ayer, a pesar de la recomendación de sus abogados de no declarar, quiso dar su versión de los hechos y negó haber cometido el crimen.
Ante el fiscal Arribas, quien lo escuchó en calidad de "imputado", aseguró que cuando llegó a su casa la encontró muerta, "se asustó y se fue corriendo".
En declaraciones radiales, Rivas reveló que Mansilla "se ubica en el escenario de la muerte pero niega haberla golpeado o matado". Aunque ayer no trascendió, el joven habría manifestado durante su declaración que su pareja llevaba un embarazo de dos meses y medio y que él "no quería tener un hijo".
El joven de 27 años está detenido desde el martes por el crimen cometido el domingo a la madrugada. La acusación es por "homicidio doblemente agravado por el vínculo y por violencia de género", indicó Rivas.
Julieta Mena, de 23 años, fue asesinada a golpes y su cuerpo fue hallado el domingo a la madrugada en una vivienda ubicada en la calle Pasco al 200 de Ramos Mejía, donde su novio vivía en una casa en el fondo del mismo predio, junto a su hermana y el marido.
La autopsia reveló que la joven murió por los golpes que recibió en diferentes partes del cuerpo, que le provocaron el estallido del hígado y los riñones. (Infobae)