Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa acompañaron al Presidente. El oficialismo mostró su cohesión interna tras los cruces por la política tarifaria.
“Saquen esta foto, esta es la foto de la unidad de quienes queremos poner de pie a la Argentina después de que la derrumbaron, la endeudaron, le quitaron la educación y la salud. No habrá tapa de diario ni sentencia judicial que nos impida transformar la vida de las y los argentinos”, dijo el Presidente Alberto Fernández en el acto en Ensenada, diseñado para mostrar que dividir al Frente de Todos es solo un sueño opositor. Allí el mandatario se mostró junto a la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y el presidente de la cámara de Diputados, Sergio Massa, luego de una semana compleja por el fallo adverso de la Corte Suprema y por discusiones internas que tuvieron como eje principal la política tarifaria. El acto fue una ratificación de que la fortaleza de la coalición de gobierno sigue intacta. En la Casa Rosada destacan que todos los sectores que integran el Frente entienden que a nadie le conviene un gobierno debilitado. "Parte del salvajismo de la oposición tiene que ver con que se dan cuenta que el Frente de Todos sigue junto y eso los irrita", evalúan. En el Gobierno, mientras tanto, se muestran concentrados en tres ejes que serán a la vez los pilares de la campaña que se avecina: unidad, vacunas y recuperación económica.
"Les molesta que el Presidente no tiró, ni va a tirar por la ventana a nadie", señalan. Además consideran que a la oposición no les conviene electoralmente la postura que están tomando de "irresponsabilidad y salvajismo".
"Hay una idea de mostrar divisiones en el oficialismo y parece que eso le sirve a algunos, pero nosotros siempre intentamos mostrar que este es un proyecto político vigoroso, que avanza y que tiene una coordinación permanente", dijo una alta fuente de Casa Rosada y agregó que "no siempre todos pensamos lo mismo, pero tenemos los mismos objetivos y trabajamos juntos en todo momento. Eso es lo verdaderamente importante".
El Presidente, durante su intevención en el acto, donde anunció la finalización de 55 mil viviendas que habían sido abandonadas por el gobierno de Mauricio Macri, cuestionó fuertemente el rol del Poder Judicial y su intromisión en las decisiones que toma el Ejecutivo. "Un juez tiene derecho a querer postularse a Presidente y también tiene derecho a votar, lo que no puede hacer es usar las sentencias que tiene que dictar para favorecer a los candidatos que le gustan", afirmó.
En esa línea de cuestionamiento al Poder Judicial, Fernández agregó que "le digo a la Justicia: basta. Paremos. Ya han hecho mucho daño. El estado de derecho necesita de una institucionalidad adecuada". Luego volvió a criticar duramente a los supremos al pedirles que "no usen las sentencias para favorecer a sus candidatos, porque eso degrada al estado de derecho. El último recurso que tiene un argentino cuando ve avasallados sus derechos es ir a los jueces y si los jueces están al servicio de los poderosos, entonces estamos en el peor de los mundos". Para finalizar les sugirió a los miembros de la Corte: "escriban lo que les plazca, pero quiero decirles que si van a fallar como están fallando, solo fallan".
La figura de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner fue central en el acto de Ensenada. Su sola presencia, su actitud de no tomar la palabra y mirar atentamente al Presidente mientras éste daba su discurso, para las fuentes gubernamentales dio cuenta "de ese ordenamiento que era necesario" y "mostró un nuevo rol de Cristina, acompañando y estando presente, pero dejando que los demás se destaquen como oradores". "Es importante entender que la clave del Frente de Todos es la unidad con la centralidad indiscutible de CFK y el liderazgo consensual de Alberto", remarcaron. Consultados acerca de por qué la vicepresidenta decidió no dar un discurso, opinaron que "si ella habla, todos escriben y opinan sobre cada una de sus palabras y si ella daba un discurso no iba a primar o ser el eje central el mensaje que queríamos dar", consideraron.
Con respecto a las elecciones, desde Casa de Gobierno afirmaron que no están pensando en términos electorales, sino que el Gobierno está concentrado en tres ejes fundamentales que reclama la coyuntura, pero que a la vez serán los pilares de la campaña que se aproxima: unidad, vacunación y recuperación económica. "La tarea es vacunar, pelear contra la inflación para bajarla, mirar de cerca el crecimiento económico y estar muy cerca de los que tienen dificultades o se caen para volver a levantarlos", dijo el Secretario de Relaciones Parlamentarias de la Jefatura de Gabinete, Fernando "Chino" Navarro, en diálogo con este diario y agregó que "eso es lo verdaderamente importante, lo demás es secundario, anecdótico".
Para él también fue importante el acto de ayer ya que "después de todo lo que estuvieron diciendo los medios, había que mostrar la unidad". Navarro también opinó sobre el fallo de la Corte suprema al que calificó como "un disparate porque los actos políticos no son judicializables", y en esa línea resaltó que "hay que estar tranquilos y no entrar en peleas inútiles". "Son momentos difíciles para gobernar y todos estamos cansados y un poco hastiados, pero la foto de hoy muestra algo fundamental y es la unidad porque si leías los diarios parecía que se estaba desarmando el frente, cosa que es completamente falsa", opinaron otras fuentes de Casa de gobierno.
En otra parte de su discurso, el Presidente también recordó que la semana pasada la Sala II de la Cámara Contencioso Administrativo Federal falló a favor de una presentación de Telecom --que forma parte del Grupo Clarín-- para suspender artículos del DNU presidencial 690/2020 que declaró como servicio público las telecomunicaciones. "Las corporaciones económicas van a la justicia y los jueces, en el medio de la pandemia, deciden que el Estado no puede regular el precio de internet, el cable y la telefonía celular". "Fueron a la Justicia y aparecieron los jueces de siempre que, serviles, dijeron que como Estado no podemos imponer precios y el costo de estos fallos lo pagan los argentinos. Yo no estaba ganando nada como gobierno, estaba dando mejores condiciones para todos. Cuando no pudieron con nosotros, fueron a la Justicia y ahí siempre encuentran a alguien que les dice 'sí señor'".
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, en tanto, también tomó la palabra durante el acto de ayer al mediodía y resaltó que “el objetivo del lawfare no es embargarnos, entorpecernos y perseguirnos a determinados dirigentes políticos, sino que además tiene un fin económico y político que es incidir en la política de un gobierno a través del aparato judicial”. En ese sentido, volvió a puntualizar que "el lawfare no es contra de la dirigencia política, sino para forzar decisiones por fuera del marco democrático".