Se tata de un efectivo policial integrante de una banda que había sido descubierta en 2017 en el control de un peaje.
En el Tribunal Oral Federal de Corrientes comenzará a ser juzgado hoy a la mañana el policía federal Gerardo Soria, acusado de ser parte de una organización que pretendía traficar más de 270 kilos de marihuana, quienes fueron descubiertos en un operativo realizado en el peaje de Riachuelo el 27 de noviembre del 2017.
En octubre del año pasado, los jueces Víctor Alonso, Lucrecia Rojas de Badaró y Fermín Ceroleni, a instancias de un acuerdo entre los imputados y el fiscal Carlos Schaefer en el marco de un juicio abreviado, condenaron a seis años de prisión a los narcotraficantes Rodrigo Matías Rivero (29), Daniel Alberto Cendoya (35), Darío Javier Méndez (27) y Julio César Barrientos (29).
Los cuatro fueron hallados culpables del delito de transporte de estupefacientes agravado por la intervención de tres o más personas en forma organizada, a partir de una causa en la que se investigó el tráfico de 279,6 kilos de marihuana que iban a ser trasladados desde la localidad de Riachuelo hasta Paso de los Libres, en la provincia de Corrientes.
Los cuatro condenados habían sido detenidos el 25 de noviembre del 2017 junto al sargento de la Policía Federal Gerardo Hugo Sebastián Soria (40), quien no admitió su participación en la banda, por lo tanto ahora afrontará el juicio.
De acuerdo con lo señalado por fuentes judiciales, se trata de un caso vinculado a la banda del narcotraficante condenado en la denominada causa Operativo Sapucay, Federico Sebastián “Morenita” Marín, considerado líder de una de las estructuras de mayor envergadura en el contrabando de marihuana de la localidad correntina de Itatí.
Según consta en el fallo, por una intervención telefónica del 14 de octubre del 2017 se logró establecer que uno de los hombres de Marín, Jorge Eduardo “Chaquito” Espinoza, indicaba a Cendoya que debía acoplarse a la operación desde la localidad de Riachuelo, sobre la Ruta Nacional Nº 12.
Así fue que el 25 de noviembre del 2017 fueron interceptados en el control policial de un peaje de esa localidad un Peugeot 308 conducido por Soria y en el que viajaban también Cendoya, Méndez y Barrientos, así como también un Volkswagen Bora, con Rivero al volante.
En el Volkswagen Bora, que además tenía pedido de secuestro por robo, iban acondicionados los 279,6 kilos de marihuana, distribuidos en 289 “ladrillos” que fueron guardados en bolsas de consorcio y de arpillera.
En la sentencia, además de las penas de prisión, los jueces condenaron a los imputados al pago de multas de 5 mil pesos cada uno y ordenaron el decomiso de los automóviles.