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Kamala se crece y pide ahora otro debate

Kamala Harris tenía en el debate electoral del martes un solo cometido, el de reinventarse. Dejar atrás definitivamente a la vicepresidenta impopular, a la fallida gestora de la crisis migratoria , a la candidata perdedora de las primarias demócratas de 2020. En esta, su primera gran prueba, Harris lo consiguió, a tenor de las primeras encuestas. Una candidata que no ha ganado por sí sola una sola primaria, que está hoy de candidata únicamente porque Joe Biden la eligió para ello , encarnó en el debate su viejo papel de fiscal, puso a Donald Trump contra las cuerdas, y terminó desquiciándolo. Ahora, ella quiere volver a la carga, con otro debate antes de las elecciones del 5 de noviembre . Nunca antes ha habido debates que se celebren tan temprano en la campaña, y que dejen ocho semanas de hueco hasta la votación. El expresidente Trump había propuesto dos más, en NBC y Fox News, pero Harris solo aceptó en principio el de este martes. Ahora se invierten las tornas: Harris pide otro, y Trump ya no está tan dispuesto.No hubo dudas en los sondeos del martes: Harris ganó a Trump por un 63% contra el 37%, según la encuesta de SSRS para la CNN . Los grandes medios norteamericanos, de todos los colores políticos —\'The New York Times\', \'The Washington Post\', \'The Wall Street Journal\'— fueron todos unánimes: dijeron que Harris golpeó, noqueó y doblegó a Trump. Fue un consenso idéntico al del anterior debate, en que no hubo duda de que Trump vapuleó a Biden.Noticia Relacionada estandar Si Perros, gatos y mítines: los grandes momentos del duelo entre Trump y Harris Javier Ansorena Más de noventa minutos de debate dejaron muchos momentos claveEsto vuelve a sacudir una campaña ya insólita por las muchas vueltas que ha dado en unos pocos meses: el desastroso debate de Biden , el intento de asesinato de Trump, la renuncia del presidente a ser reelegido, la aclamación de Harris, y ahora la reinvención de esta.Las encuestas de voto general están extremadamente reñidas, y Trump había ganado cierto impulso en agosto, llegando a superar a Harris en la última, pero muy poco. Todo está, de momento, dentro del margen de error, tan en el aire como en cada contienda en la que ha entrado Trump, con su base, fiel, entregada e impasible.Margen de errorEn este momento, atendiendo a la media que hace la analista Real Clear Politics, Trump podría ganar perdiendo el voto popular por varios millones . Las elecciones se decidirán por unos miles de votos en los estados cruciales: Michigan, Wisconsin, Pensilvania, Georgia y Arizona. En todos ellos Trump y Harris están empatados, dentro del margen de error, y cualquier oscilación será decisiva. En el debate, la candidata demócrata aprovechó la ocasión, se elevó, y logró fijar un marco incómodo para Trump, el de la fiscal con 30 años de carrera, frente a alguien al que ella definió de este modo: «Un tipo que ha sido encausado por delitos contra la seguridad nacional , delitos económicos, injerencia electoral, ha sido hallado culpable de agresión sexual y su siguiente comparecencia ante el juez es en noviembre… para ser sentenciado».Ante la petición de Harris de otro debate, Trump dijo este miércoles que «no está tan dispuesto a hacerlo». En una entrevista en Fox News, dijo que ganó, aunque los moderadores son empleados de ABC, «una cadena horrible, de las más horribles». Lo cierto es que tras su clara victoria en el anterior debate dijo justo lo contrario: que estaría encantado de volver a debatir con Biden, cada día si fuera necesario, tan seguro estaba entonces de su desempeño.En realidad, Harris era especialmente conocida en Washington por sus incisivos interrogatorios en el Senado cuando le correspondía votar en la candidatura de alguno de los jueces federales que nombró Trump, incluidos los tres del Supremo que le tocó renovar. Especialmente dura fue con Brett Kavanaugh , al que se enfrentó por unas escandalosas acusaciones de agresión sexual. En una ocasión fue tan implacable con el candidato a fiscal general Jeff Sessions que este, que hasta entonces había sido senador como ella, le tuvo que pedir que aligerara un poco, porque le ponía nervioso.Esas dotes para enervar al contrincante, cultivadas cuando era fiscal rasa, después fiscal de distrito en San Francisco y fiscal general en California, le sirvieron a Harris en el debate para ir recortándole espacio a Trump en los asuntos en los que él suele crecerse. De sus multitudinarios mítines, dijo que eran un bluf, que la gente se iba cuando el expresidente empezaba a hablar de Hannibal Lecter y de los inmigrantes que supuestamente se comen gatitos. De su famosa fortuna, dijo que es una falsedad, que está endeudado y condenado por desfalco. De sus denuncias de fraude, dijo que eran una gran mentira, un delirio para perpetuarse en el poder.¡Pero si ella es Biden!«Trump iba perdiendo la paciencia, e iba tratando de reaccionar, ya a la defensiva. «Soy fiscal», «he sido fiscal», «pasé años como fiscal», repetía Harris una y otra vez, pareciendo olvidar sus cuatro años de senadora y los otros cuatro de vicepresidenta de Biden. «Dice ahora que no conoce a Biden, ¡pero si ella es Biden!», se lamentaba Trump. Esos son los argumentos de lo que queda de campaña: Kamala que explota su historial en la fiscalía y Trump que trata de equipararla a Biden.El republicano tenía además otro frente abierto: los dos presentadores, David Muir y Linsey Davis , hicieron una minuciosa labor de verificación de los hechos en prácticamente todas las afirmaciones de Trump. Con Kamala Harris, no tanto. La razón principal era que Harris no hizo tantas propuestas, no detalló en realidad cuál es su plan de gobierno, y se dedicó más a atacar y dejar en evidencia a Trump.Según sentencia Dan Baltz, que es uno de los analistas de referencia en Washington, y escribe en The Washington Post, « Trump no estaba preparado para esta versión de Harris. Anteriormente la había menospreciado personalmente, cuestionando su inteligencia y hasta su raza. Cuando se vio acorralado en el debate, utilizó el tema de la inmigración como su apoyo para contraatacar, pero también se lanzó en varias fantasías y mentiras descaradas, sin éxito».

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