Internacionales

La absolución de Salvini refuerza el gobierno de Meloni y favorece su plan de reforma de la Justicia

La absolución del vicepresidente Matteo Salvini por el Tribunal de Palermo es una victoria para el gobierno de Giorgia Meloni , en medio de una fuerte tensión con el poder judicial en materia de inmigración. La sentencia, muy criticada por las ONGs, alentará al ejecutivo a acelerar la reforma de la Justicia.Mientras la Fiscalía pedía seis años de prisión para Salvini, el Tribunal dictaminó el viernes que el líder de la Liga, Matteo Salvini, no cometió ningún delito cuando se negó a permitir, durante 19 días, que el barco de la ONG española Open Arms , con 147 inmigrantes rescatados en el mar Mediterráneo, desembarcara en Italia en agosto del 2019. Es posible que la batalla legal de Salvini aún no haya terminado, ya que los abogados de Open Arms aún podrían recurrir la sentencia de absolución del vicepresidente al Tribunal de Apelación, que es el segundo nivel del sistema judicial; el tercero sería el Supremo.«Esperamos las motivaciones de los jueces del Tribunal de Palermo para apelar a la Fiscalía», ha dicho Oscar Camps, fundador de Open Arms. «Nosotros continuaremos dando asistencia a quienes se encuentren en peligro en el Mediterráneo», añadió Camps.Noticia Relacionada estandar Si Meloni asegura que su gobierno acabará la legislatura, lo que sería un récord histórico Ángel Gómez Fuentes La primera ministra presume de haber creado casi un millón de puestos de trabajo en dos añosEl gobierno Meloni considera que los barcos de rescate de las ONG alientan a los inmigrantes a emprender la peligrosa travesía del Mediterráneo. Por ello, el ejecutivo ha impuesto reglas cada vez más estrictas a las operaciones de rescate de las ONG, incluida la incautación temporal de sus embarcaciones. La primera ministra, Girgia Meloni, ha culpado reiteradamente a los jueces de inmigración italianos por obstruir su plan para llevar a los inmigrantes irregulares rescatados del Mediterráneo en los dos centros de detención construidos por Italia en Albania, que de momento permanecen vacíos porque los magistrados se han negado a aprobar la estancia en Albania de los solicitantes de asilo. Tras la sentencia de absolución de Matteo Salvini, la primera ministra ha declarado: «Defender las fronteras de Italia nunca puede ser un delito, continuaremos con determinación la lucha contra la inmigración ilegal».Tesis gubernamental Dicen los medios italianos que, en teoría, la absolución de Salvini debería desmantelar la tesis, sostenida por la mayoría gubernamental, de que los magistrados «hacen política» contra el centroderecha. Probablemente, si la sentencia hubiera sido de condena, el conflicto entre el Gobierno y la magistratura se habría vuelto inflamable.El vicepresidente y líder de la Liga había ya movilizado a su partido y al grupo Patriotas por Europa, en el que están el primer ministro húngaro Orbán y el presidente de Vox, Santiago Abascal. El vicepresidente Salvini se ha convertido en el símbolo de la lucha contra un sistema judicial considerado parcial y antigubernamental. Es un clima que favorece la polémica reforma de la Justicia , en la que cabe destacar la separación de carreras: por un lado, los fiscales, que realizan la investigación de los delitos y la acusación; por otro, los jueces que evalúan e imparten justicia. A esta reforma se opone con firmeza la Asociación Nacional de Magistrados (ANM).Concuerdan los medios italianos en que la absolución de Salvini podría darle un mayor impulso a esta reforma. El exprimer ministro Silvio Berlusconi intentó con todos sus medios realizar esa separación de las carreras. Pero fracasó por la fuerte oposición de la magistratura. Ahora el gobierno Meloni confía en cerrar ya en marzo el trámite parlamentario de la reforma, a pesar de la oposición de la ANM.Uno de los magistrados más prestigiosos de Italia por su lucha contra la criminalidad organizada, Nicola Grateri , jefe de la Fiscalía de Nápoles, explica por qué la Asociación de Magistrados se opone a la separación de las carreras: «Temo que el siguiente paso sería poner a los fiscales bajo el Gobierno, porque el Ejecutivo dictaría la agenda de la Fiscalía y ésta perdería su independencia. Así ocurre -sentencia Gratteri- en todos lo países en los que están separadas la carreras de jueces y fiscales».

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web