Opinión del Lector

La agroecología, un camino hacia la agricultura sustentable

La Dra. Maria Flavia Filippini y la Ms. Sc Silvina Greco, decana y profesora de Ecología y Agroecología, de la Facultad de Ciencias Agrarias-Universidad Nacional de Cuyo, respectivamente, explicaron para Télam por qué surge la agroecología, cuáles son sus beneficios y la meta de una agricultura sustentable.



La agroecología es un nuevo enfoque y paradigma de la agricultura que ha surgido como respuesta a los problemas ambientales y sociales derivados de la agricultura moderna, la cual, si bien ha aumentado los volúmenes producidos de alimentos, ha provocado importantes impactos ambientales: erosión de suelo, contaminación, pérdida de biodiversidad, desforestación, como así también problemas sociales: de salud de trabajadores y consumidores, marginación de productores y erosión cultural.

Entre sus definiciones, se la considera como ciencia, práctica y movimientos sociales. Como ciencia, incluye el estudio integrador de la agronomía y la ecología de todo el sistema alimentario, en sus dimensiones ecológica, económica y social. Como conjunto de prácticas agrícolas, la agroecología busca formas de mejorar los sistemas agrícolas aprovechando los procesos naturales, rescatando interacciones biológicas beneficiosas y sinergias entre los componentes del agroecosistema y minimizando el uso de insumos externos sintéticos aprovechando los servicios ecosistémicos que brinda la naturaleza.

Los movimientos sociales proponen a la agroecología como solución a las crisis debidas al cambio climático y la malnutrición, buscando la seguridad alimentaria y la equidad social.

La agroecología ya era practicada antiguamente, cuando los cultivos eran diversos con vegetación asociada y se utilizaba el guano de los animales para abonar. Actualmente la agroecología rescata los sistemas tradicionales pero también trabaja con tecnologías modernas como riego presurizado, tela antigranizo, maquinaria e implementos y la agricultura de precisión, pero dentro de una tecnología de procesos más que de insumos y recetas.

Las bases más importantes de todo manejo agroecológico es el trabajo sobre la fertilidad del suelo y la biodiversidad en el sistema productivo, con un mínimo uso de insumos. Esto implica repensar el diseño del sistema agrícola donde prácticas como abonados orgánicos, mínima labranza, coberturas vegetales, corredores biológicos, rotaciones, uso de bioinsumos, se implementan de acuerdo a cada situación.

Un sistema naturalmente regula las plagas y enfermedades, la fertilidad del suelo, pero al ser intervenido por el ser humano esos ciclos naturales se interrumpen.

Pasar de un sistema convencional a uno agroecológico, conlleva un proceso de transición, donde se busca restablecer esos servicios ecosistémicos. En esta transición, que puede llevar de 3 a 5 años o más, según las características del agroecosistema y su historia, es cuando se producen los cambios.

La agroecología intenta rescatar y comprender esos ciclos, fomentándolos a fin de reducir el uso de insumos y lograr productos inocuos sin perturbar el ambiente.

Respecto a los costos, no necesariamente es más caro y dependerá del agroecosistema y cultivo/s considerados. Sin embargo, para ser justos, a los costos económicos clásicos se deberían sumar los costos ambientales y ocultos que se generan en la actividad.

Por otra parte, la agroecología no sólo pone énfasis en el rendimiento económico, sino en el funcionamiento de un sistema integral y complejo, considerando a la agricultura en su rol de multifuncionalidad que incluye aspectos sociales, ambientales, políticos, culturales y éticos.

¿Qué relación tiene la agroecología con la agricultura sustentable? Esta última en sus multidimensiones, es una meta, es un norte que tiene como objetivo, compatibilizar niveles adecuados de producción, preservando los recursos naturales y la integridad ambiental, ser económicamente viable, cultural y socialmente aceptable.

La agroecología es el camino para lograr este desafío, con sus vertientes de agricultura orgánica, ecológica o biológica; la agricultura biodinámica, la agricultura natural, la agricultura regenerativa, cada una con sus particularidades.

En cuanto a la cantidad de productores en nuestro país sobre un total de 250.000 EAPs (explotaciones agropecuarias) relevadas en el Censo Nacional Agropecuario (2018) se identificaron 5.277 EAPs que llevan a cabo sus actividades bajo el paraguas de la agroecología: 2.544 EAPs que practican la agricultura orgánica; 2.324 EAPs la agroecología y 409 EAPs la biodinámica.

Para acompañar a este nuevo paradigma, es fundamental la preparación de profesionales con un pensamiento sistémico, complejo e integrador para acompañar a los agricultores y aprovechar y compartir los saberes y expertis de cada uno.

En la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCuyo se ha incluido esta temática en docencia, investigación y extensión, como así también en los distintos niveles de formación que se ofrecen, desde los estudiantes hasta los actores del sector productivo.


Por la Dra. Maria Flavia Filippii, decana de la Facultad de Ciencias Agrarias-UNCUYO y Ms. Sc Silvina Greco, profesora de Ecología y Agroecología, Facultad de Ciencias Agrarias-Universidad Nacional de Cuyo.

Autor: Maria Flavia Filippii y Silvina Greco|

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