Presidida por el obispo Adolfo Ramón Canecin, se planteó como Iglesia Diocesana tres orientaciones pastorales que surgieron de la votación de los asambleístas: El encuentro con Jesucristo, promover una mayor participación de los jóvenes en nuestras pastorales y una Iglesia misionera en salida hacia las periferias existenciales. Acompañó el obispo emérito monseñor Ricardo Oscar Faifer.
El obispo de Goya, monseñor Adolfo Ramón Canecin, presidió la Tercera Asamblea Diocesana, en la que se acordaron los objetivos pastorales para los próximos tres años. El lema que animó la Asamblea fue “Enséñanos el camino, muéstranos cómo alcanzar la meta”.
Unas 150 personas, entre sacerdotes, religiosas, vírgenes consagradas, diáconos, seminaristas y laicos de las 22 parroquias y movimientos de esta jurisdicción eclesiástica, participaron de este camino sinodal enmarcado en las celebraciones de un nuevo aniversario de la creación de esta diócesis.
La asamblea diocesana se realizó en el Instituto Divino Salvador de la ciudad de Esquina, donde se reunieron los representantes de las parroquias de cada uno de los 7 departamentos que conforman esta jurisdicción eclesial.
El encuentro comenzó con un momento de animación y luego un fuerte momento de oración, que se centralizó en la Adoración Eucarística y luego de las palabras de bienvenida de monseñor Adolfo Canecin.
Continuó luego el trabajo en grupos, siguiendo el método “Dialogo en el Espíritu” para discernir sobre tres orientaciones pastorales, que fueron consideradas por los asambleístas lo que Dios pide para los próximos tres años en la diócesis.
Luego se regresó a la sala sinodal y se realizó la votación.
Los asambleístas en un segundo momento, siguiendo el mismo método anterior, trabajaron siguiendo los ejes temáticos votados, sobre “líneas de acción”.
En su mensaje, monseñor Adolfo Canecin, invitó a hacer una memoria agradecida y recordó “al primer obispo Alberto Devoto y al sucesor Luis Teodorico Stockler” al tiempo que agradeció el acompañamiento de monseñor Ricardo Oscar Faifer.
Planteó que lo importante “es haber aprendido el caminar previo, no solo la asamblea, es decir haber aprendido a caminar juntos”.
El prelado destacó la importancia de las asambleas diocesanas, a las que consideró “importante aprender a escuchar, mirar y discernir” porque el evento como tal pasa y lo que queda es el estilo que tenemos que aprender”.
Continuó “debe generar en nosotros el estilo de Dios” y aclaró “si no aprendemos el estilo, el evento no sirve” y remarcó “que el Espíritu nos regale la capacidad de captar el estilo de Dios”.
“Qué lindo es que vivamos esta asamblea como una gran intercesión diocesana por la paz” subrayó el obispo, en “comunión con el sínodo de la sinodalidad” y como una gran intercesión por “la Patria Argentina”.
Ánimo a los asambleístas a “vivir este método de conversación en el Espíritu, donde el gran protagonista es Dios. La primacía de Dios, de la gracia y del sínodo”.
El momento final de la asamblea estuvo marcado por una procesión desde el Colegio Divino Salvador hasta la parroquia Santa Rita de Casia donde concelebraron la Eucaristía.
En la homilía el obispo centró su homilía en tres puntos, uno “la profunda actitud de admiración y asombro por la providencia de Dios” que fue “tan tangible en este tiempo que vivimos como Iglesia diocesana”.
“Que llevemos a todos los rincones de nuestra diócesis, este asombro, para que todos nos admiremos de la grandeza y providencia de Dios, Señor de la historia” indicó.
En segundo lugar, destacó “el evento Asamblea Pastoral Diocesana” pero remarco una vez más “todo el camino previo” que desata este evento “a partir de ahora”.
Remarcó la realización en “el contexto de sinodalidad. Que podamos aprender a vivir estas cosas que vinieron para quedarse, es decir, la escucha personal y comunitaria, una actitud que debe ser recepcionada, cultivada y desarrollada dentro nuestra Iglesia: una actitud de escucha, honda y profunda”.
“Aprender a escuchar a Dios en los clamores de la realidad y aprender el camino de discernimiento personal y comunitario. El discernimiento tendrá que continuar y tenemos que ejercer” remarcó.
Animo a la “sinodalidad” y resalto las palabras del Papa Francisco “la voluntad de Dios para la Iglesia en el tercer milenio es la sinodalidad”.
En tercer lugar, el obispo anunció que en la misa crismal del año próximo, entregara impreso las tres orientaciones pastorales y las cinco líneas de acciones, en ese sentido, pidió que “en el tiempo pascual, cada parroquia organice su asamblea pastoral parroquial” para “ver en cada parroquia como asumir y llevar a la práctica las orientaciones y las líneas de acción” y será en el “tiempo pascual, como expresión de la resurrección del Señor y la resurrección pastoral”.
“Que, en cada parroquia, el Consejo Pastoral y el Consejo Pastoral Diocesano vaya monitoreando cómo se llevan a la práctica”, solicitó el obispo.
Monseñor Adolfo Canecin agradeció el trabajo del Equipo Animador de la Asamblea de Pastoral Diocesana que estuvo integrado por los presbíteros Pablo Stortti y Alfredo Reyna. Por la vida consagrada la hermana Mariel Vallejos, los laicos Ana Mario Guiot, José Luis Tofaletti y por los jóvenes Soledad Acosta y Héctor González.-