Se tomaron más tiempo del que esperaban en los papeles. Pero finalmente, tras la Feria judicial, la semana que viene (martes o jueves) la Cámara electoral revocará el falló por el cual la jueza María Romilda Servini de Cubría intervino el Partido Justicialista. Terminará así el breve (pero divertido) paso de Luis Barrionuevo como interventor del PJ.

 

De acuerdo a fuentes de la Cámara, los dos criterios que se usarán para dejar sin efecto la intervención parten de los argumentos de Servini de Cubría en su decisión. Se usó un criterio “dogmático” y uno “electoral”.

 

“Si vamos a intervenir un partido porque viola su carta orgánica o un texto de su fundador, deberíamos intervenir todos los partidos del país. ¿Alguien se tomó el trabajo de leer las plataformas de campaña de los partidos?”, se pregunta un hombre que trabajó en el borrador del fallo de la Cámara.

 

“Perder una elección no puede ser un argumento para intervenir un partido”, desarrolló la fuente.

 

Frente a esta situación, la Cámara tendría dos opciones: o declarar la nulidad de todo lo actuado por Servini lo cual sería aún más complicado para el PJ porque todo debería volver a ser analizado por algún otro juez; o revocar esta medida puntual (es decir la intervención).

 

El problema es cómo seguiría la cosa si finalmente se concreta el fin de la intervención. Debería volver a su puesto el presidente del PJ depuesto, José Luis Gioja. Sin embargo dirigentes del justicialismo consultados por A24.comno descartaron que aparezca una nueva presentación de algún otro actor del partido y vuelva a pedir otra intervención judicial.

 

Ya sabemos cuál es la postura al respecto de la jueza, con lo cual es probable que el PJ vuelva a ser intervenido, con otros argumentos y otros actores.

 

Entre los gobernadores del PJ sigue existiendo una cierta inquietud respecto del partido, especialmente por la importancia del sello partidario en la crucial provincia de Buenos Aires.

 

En las provincias –calculan operadores del PJ- el sello vale poco y nada, porque lo que manda es el caudillo que lidera (en general el gobernador). En cambio, en la Provincia sin un líder claro, estiman que el valor del sello PJ vale 5% de los votos. Más o menos lo que sacó Randazzo en la última elección.

 

Los gobernadores y parte del “PJ racional” no quieren dejar el sello partidario en manos de lo que ellos llaman el “kirchnerismo residual”. Es por eso que no se descarta que de la mano de ellos lleguen los nuevos pedidos de intervención. Ninguno lo dirá en voz alta. Seguramente mandarán –como ya hicieron- a algún sindicalista o concejal a que hagan el trabajo sucio.

 

Si bien Cristina Kirchner está armando Unidad Ciudadana en todo el país, el temor del "peronismo racional" es que el PJ formal (de Gioja, en este caso) termine aliándose a Unidad Ciudadana y deje afuera cualquier otro armado.

 

Por otro lado, la Cámara Electoral todavía está analizando qué hacer con otras denuncias de irregularidades que presentó la intervención respecto a la gestión Gioja. Si bien la Cámara no tiene que expedirse puntualmente sobre ellas (porque son presentaciones posteriores al fallo de Servini sobre el cual se tiene que expedir la Cámara), podría (o no) dejar constancia de ellas en el fallo.

 

Esa constancia podría ser la base del fundamento para plantear una nueva intervención, con otros actores.