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La clave libanesa de las hostilidades en Oriente próximo

De los siete frentes en los que Israel está operando y defendiéndose: franja de Gaza , Líbano, Cisjordania, Yemen, Siria, Irak, e Irán, este último es el de mayor potencialidad destructiva y de escalada. No solo por las capacidades del país: militares, energéticas y, quizás, nucleares, sino también por su condición de guía y controlador de la mayoría de las organizaciones terroristas de Oriente Próximo. Queda pendiente la respuesta de Tel Aviv al ataque de Irán, el 1 de octubre, con cerca de dos centenares de misiles contra territorio israelí, bien que la mayoría fueran neutralizadas por las defensas antiaéreas de Israel con el concurso de las norteamericanas en la zona (incluidos destructores basados en Rota, España). En Yemen, los hutíes perturban asiduamente la libre navegación por el mar Rojo y esporádicamente lanzan misiles contra territorio israelí. Ataques que son replicados por la aviación israelí. En Siria e Irak proliferan los grupos terroristas que atacan instalaciones norteamericanas y también lanzan drones y misiles contra territorio israelí. Los otros tres frentes son de mayor protagonismo terrestre. En la franja de Gaza, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) están próximas a neutralizar la capacidad operativa de Hamás, si bien quedan algunos restos reinstalados en estructuras civiles, particularmente en campos de refugiados, que van siendo paulatinamente neutralizados como sucedió, la semana pasada, en los campos de Deir el Balah y Nuseirat. Tales remanentes son todavía capaces de retener decenas de cautivos y de lanzar algunos cohetes, sin mayor trascendencia operativa, contra suelo israelí, alimentando la ilusión de constituir todavía una fuerza combatiente que fije fuerzas israelíes en la Franja. Éstas, inevitablemente, causan daños colaterales y bajas civiles con sus acciones de limpieza, que resultan muy útiles para la propaganda terrorista.Israel continúa con su estrategia de decapitación de Hamás en el teatro. Así, en la madrugada del pasado sábado, las FDI liquidaron a Shaed Atallah, líder de las brigadas al-Qassam quien, huido de la Franja, se escondía en el campo de refugiados Al Beddawi al este de Trípoli (Líbano). También eliminaron a Muhammad Hussein Ali al Mahmud, responsable de Hamás en el Líbano. En Cisjordania las FDI luchan contra múltiples grupos terroristas, principalmente de Hamás y la Yihad Islámica, que aterrorizan en pueblos y campos. Supuestamente bajo la Autoridad Nacional Palestina, Cisjordania, por su situación geográfica, es una zona vital por controlar, por ser la retaguardia desde donde apoyar e impulsar, en su caso, potenciales acciones ofensivas terrestres con vocación de profundizar sobre terreno libanés.Noticia Relacionada estandar Si Al borde del conflicto regional en Oriente Próximo Pedro Pitarch La gran guinda de todo este peligroso pastel es el enorme refuerzo en curso de las fuerzas norteamericanas terrestres, navales y aéreasAliviada la carga de las operaciones en Gaza, el campo de batalla del Líbano ha pasado a primer plano de la acción de las FDI. La finalidad más próxima sería lograr que los cerca de 70.000 israelíes que fueron evacuados del norte del país para sustraerles a los bombardeos de Hizbolá tras el 7-O, puedan regresar a sus hogares. Con tal telón de fondo se desarrollan tres grandes esfuerzos. Uno, aéreo, es el bombardeo de objetivos en los dos grandes feudos de Hizbolá: el Dahye, barrio al sur de Beirut, y el Valle de la Becá, 60 km al este del anterior y que, lindante con Siria, es la mejor puerta de entrada de la ayuda procedente de Irán. Los otros dos, de mayor protagonismo terrestre, son, por el momento, ataques de reconocimiento de profundidad limitada, apoyados por artillería y aviación. Se desarrollan en las proximidades de la Línea Azul de separación teórica de fuerzas entre Líbano e Israel y, consecuentemente, en la zona de acción (ZA) de la inoperante UNIFIL . Uno, al sur, en la ZA del batallón irlandés, con combates (entre otros) en Yaroun, Avivim y Aitaroun (donde las FDI atacaron, el sábado, la mezquita aledaña al hospital Martyr Salah Ghandour, donde se empotraba un puesto de mando de Hizbolá). Y el otro, al norte, en el Sector Este de UNIFIL, bajo mando español, con combates en Taybeh y Adaisseh (ZA del batallón indonesio), y en Kfar Kila (ZA del batallón español). A la espera de una potencial respuesta de Israel a los bombardeos iraníes del 1 de octubre, parece claro que Israel no lucha en el campo de batalla libanés para ganar terreno sino, con ello, para asegurar su supervivencia como Estado libre y democrático.

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