La degradación de los ecosistemas producto de una sostenida contaminación proveniente de la acción humana, parece haberse no solo enquistado en la médula productiva, sino profundizado de manera sistemática con el paso de distintos gobiernos que no han disimulado su desinterés por la salud socioambiental.
Controles que gozan de una ineficiencia absoluta, multas que no redimen el daño originado, complicidades y un vendaval de excusas banas, trasuntan un camino que deja ver un horizonte cada vez más oscuro. El desprecio a todo lo relacionado con lo climático y ambiental, entre muchas otras cosas, por parte del ejecutivo nacional, deja ver que el agravamiento de la crisis socioambiental es un hecho.
El modelo de producción imperante no duda en hacer crecer un pasivo ambiental que amenaza con dar la estocada final a una biodiversidad que viene siendo acorralada desde 1996 con el ingreso de los transgénicos y su paquete tecnológico a esta parte. El panorama es desolador, de una proyección catastrófica, sin embargo, un grupo de científicos conscientes sigue adelante con investigaciones que buscan poner en relieve la necesidad de ponerle fin a un daño irremediable.
Un reciente estudio científico interdisciplinario internacional, liderado por investigadores de la FBCB y FIQ (UNL) y el CONICET, con la colaboración del Instituto de Investigaciones en Físico-Química de la UNC y el Bremen Center for Computational Materials Science de Bremen, Alemania, ha logrado un avance pionero en el área de la ecotoxicología.
Por primera vez a nivel mundial, se ha demostrado mediante el uso de indicadores biológicos y química computacional, que las mezclas de herbicidas, insecticidas y fungicidas, producen una mayor tasa de mortalidad y malformaciones genéticas que los compuestos químicos por separado. Dicho de manera simple, la mezcla de estas sustancias produce un nuevo compuesto tóxico (xenobiótico) que es aún más tóxico que las sustancias por separado.
¿Y por qué esto resulta importante? Estas sustancias están presentes en varias cuencas (ríos y arroyos) de la región Pampeana y el Litoral Mesopotámica y son producto de la actividad agrícola intensiva en sus alrededores, que involucran principalmente a los cultivos transgénicos de soja, maíz y trigo. Incluso se ha detectado la presencia de estas mezclas en valores récords en peces como el sábalo en el río Salado de Santa Fe.
El trabajo señala la importancia de comenzar a considerar los efectos sinérgicos de las mezclas de herbicidas, insecticidas y fungicidas presentes en los ecosistemas con el fin de evaluar la ecotoxicidad de los mismos. En resumen, “se combinan la contaminación con mezclas de agrotóxicos con las crisis climáticas, como sequías y bajantes extremas, agravando la mortalidad de la fauna acuática, en especial de peces. Esto supone un riesgo adicional para las comunidades ribereñas que dependen de la pesca para su subsistencia. “
Quiénes llevaron adelante este vital estudio, no dudaron en compartir su estoico y revolucionario trabajo a la memoria de quién dedicó su vida en pos de la ciencia digna. “Dedicado a la memoria del Dr. Damián Marino, CONICET-UNLP, destacado científico y químico ambiental precursor en el estudio de la contaminación por agrotóxicos en Argentina y luchador incansable en las causas socio-ambientales y especialmente de las escuelas rurales afectadas por las fumigaciones.”
Toxicidad de cócteles de pesticidas en larvas de anfibios: comprensión del impacto de la actividad agrícola sobre los ecosistemas acuáticos de la cuenca del río Salado, Argentina
Las comunidades acuáticas están cada vez más expuestas a mezclas complejas de contaminantes, principalmente pesticidas, debido al impacto de la actividad agrícola. El objetivo de este estudio fue evaluar la toxicidad de un cóctel de ocho pesticidas sobre larvas del sapo común sudamericano Rinella arenarum. El cóctel representa una mezcla realista de insecticidas (cipermetrina, clorpirifos y lambda-cialotrina), herbicidas (glifosato, glufosinato de amonio, prometrina y metolaclor) y un fungicida (piraclostrobina) que ya se encontraban en organismos acuáticos de la cuenca del río Salado, un área con fuerte presión agrícola.
Las simulaciones computacionales a través del método de enlace densitario funcional, indicaron una fuerte tendencia espontánea hacia la formación del cóctel, lo que sugiere que puede actuar como una nueva entidad xenobiótica en el medio ambiente. Los efectos del cóctel se evaluaron en larvas de desarrollo temprano y premetamórficas, a concentraciones factibles encontradas en escenarios reales.
La mezcla provocó una alta mortalidad y teratogenicidad en larvas de desarrollo temprano. Las larvas premetamórficas mostraron disrupción endocrina, estrés oxidativo y alteraciones en la desintoxicación y el funcionamiento hepático. También se observó neurotoxicidad, genotoxicidad, cardiotoxicidad y alta mortalidad en condiciones de estrés en las larvas expuestas. Esta novedosa evaluación resalta el riesgo ecotoxicológico para los organismos acuáticos expuestos a mezclas complejas y subraya la necesidad de considerar los efectos del cóctel en los estudios sobre la salud de los ecosistemas.
Participaron del estudio científico: Ana P. Cuzziol Boccioni, Rafael C. Lajmanovich, Andrés M. Attademo, Germán Lener, Carlos R. Lien-Medrano, María Fernanda Simoniello, María Rosa Repetti & Paola M. Peltzer.