Estremece escuchar a Esteban Bullrich. Emocionan su fe inquebrantable en Dios y su esperanza de poder superar la enfermedad que lo aqueja, pero también impacta cuando reconoce sus momentos de mayor debilidad, esos en los que aflora el dolor por las limitaciones físicas que padece desde que le diagnosticaron Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA).
En ese contexto, sin poder contener el dolor, confesó que hay algo que añora sobremanera: “Extraño muchísimo los abrazos, obviamente los de mi mujer María Eugenia mucho más. Disfrutaba de dar abrazos y ahora no puedo... Pienso en al foto dele Mundial 78, la que mostraba a un hombre sin brazos tratando de abrazar a Fillol y a Tarantini, que se tituló “El abrazo del alma”; por eso ahora firmo mis mensajes con un abrazo del alma”.
Las referencias a Dios serán permanentes y en ese marco Bullrich aseguró que le agradece por hacerle transitar el problema de salud que lo aqueja: “Esta enfermedad me enseñó mucho, la lección mas importante es que aprendí a pedir ayuda. Antes tenía la soberbia de creer que podía hacer todo solo y ahora no puedo hacer casi nada solo”.
De todos modos dejó en claro que ni siquiera los días difíciles ponen en duda sus creencias religiosas: “Tengo fe que Dios existe. La fe es un don del Espíritu Santo, pero también es una elección. Yo me despierto cada día y elijo creer en Dios”.
Por supuesto, Bullrich reconoció y lamentó que no todos puedan tener los “privilegios” que él tiene para darle pelea a la enfermedad: “Demanda infraestructura y acompañamiento de profesionales que no están disponibles para todos, lamentablemente, y la opción a esto es la muerte”.
En el mismos sentido, remarcó que él no baja los brazos a pesar de las limitaciones: “Rezo todos los días por un milagro, sé que soy un vocero de la ELA y muchas personas escuchan. Creo que la ciencia está muy encaminada hacia un tratamiento que venza esta enfermedad de mierda”.
El año electoral
La entrevista también tuvo espacio para analizar el escenario político, con las internas partidarias como tema central en la previa de las elecciones nacionales.
“No me gusta el momento político que estamos viviendo, todos juegan para sí mismos y la gente queda de lado. La culpa de estar como estamos es de los políticos que se olvidaron de la gente y solo pelean para ganar elecciones”, reflexionó el ex ministro de Educación del gobierno de Mauricio Macri, a quien destacó por el “gesto de humildad” que tuvo al bajarse de la carrera por la presidencia.
En la crítica a la política, Bullrich incluyó a Juntos por el Cambio: “Siento que al menos hay un intento, una búsqueda quizás un poco torpe, en hacer una propuesta enfocada en el cambio y no en las personas, pero todavía esta muy lejos del ideal”.
“Me hubiera gustado que Juntos por el Cambio discutiera civilizadamente la composición de la alianza”, admitió antes de apuntar que “lo que se hizo fue armar una interna y romper la armonía del partido”.
“Mantener la unidad fue un gran logro, pero deberíamos haberlo hecho más civilizadamente”, apuntó en su análisis autocrítico.
De todos modos, aseguró que va a votar a Juntos por el Cambio en las próximas elecciones. Y al ser consultado sobre su prefiere a Patricia Bullrich o a Horacio Rodríguez Larreta, optó por una respuesta evasiva: “En agosto y en octubre voy a votar a Juntos por el Cambio”.
Luego accedió a realizar una especie de ping pong para definir de un modo breve y contundente a cuatro nombres de la escena política: “Cristina Kirchner es una mujer a la que la ambición de poder le tomó la vida. ¿Javier Milei? Es la expresión de una sociedad desesperada”.
El tramo final del juego incluyó una consulta sobre La Cámpora: “Es el intento de Néstor Kirchner de armar una masa critica joven para tomar el peronismo; para muchos jóvenes fue un vehículo para hacer política legítimamente”. Y el cierre fue para el actual Presidente: Alberto Fernández es un hombre que generó muchas expectativas y terminó defraudando a casi todos. Yo creí que iba a cerrar la grieta pero no lo hizo. Y si no lo hacés, la profundizás”